Los especialistas mundiales reunidos en la 6ª Conferencia Europea sobre Basura Espacial, celebrada esta semana en Alemania, advierten que es urgente limpiar los restos de los satélites y otras naves espaciales lanzados durante la última década. También insisten en que los nuevos satélites deberían ser más sostenibles.
Limpiar el espacio de desechos y lanzar satélites que no generen nuevos fragmentos de basura espacial es una necesidad urgente, según los expertos participantes en la mayor conferencia sobre basura espacial jamás celebrada en Europa.
Las conclusiones de la 6º Conferencia Europea sobre Basura Espacial fueron dadas a conocer ayer durante la rueda de prensa de clausura en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC), en Darmstadt, Alemania.
Las futuras misiones espaciales deberán ser sostenibles, y contemplar una forma segura de eliminación del satélite una vez completadas. La cantidad de residuos actualmente en órbita exige que las acciones para eliminarlos empiecen pronto, para lo que se necesita con urgencia investigación y desarrollo en misiones piloto 'de limpieza'.
La eliminación de los restos de chatarra espacial es un problema ambiental de dimensiones globales, que debe ser abordado en un contexto internacional que incluya a las Naciones Unidas.
Estos resultados fueron expuestos ante los más de 350 asistentes a la conferencia, representantes de las principales agencias espaciales, la industria, los gobiernos y las universidades y centros de investigación de todo el mundo.
“Los expertos coinciden en la necesidad acuciante de empezar ya con las actividades de eliminación de residuos”, dice Heiner Klinkrad, director de la Oficina de Basura Espacial de la Agencia Espacial Europeas (ESA). “El grado de conocimiento que tenemos ahora sobre el problema de la basura espacial es equiparable al que teníamos hace veinte años sobre la necesidad de hacer frente al cambio climático”.
Los especialistas coincidieron en que el crecimiento constante de la cantidad de residuos en el espacio supone una amenaza cada vez mayor para regiones de la órbita económica y científicamente de gran importancia.
Además de proporcionar beneficios diarios a los ciudadanos y a la economía en general, la infraestructura actual de los sistemas de satélites tiene un gran valor. El coste de sustituir los alrededor de mil satélites ahora en órbita se estima en unos 100.000 millones de euros.
Perder estos satélites tendría para la economía en su conjunto un impacto superior en varios órdenes de magnitud. Sería una pérdida para la sociedad con consecuencias graves.
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“Las medidas para prevenir la generación de nuevos residuos, y para desorbitar satélites muertos, son exigentes desde el punto de vista tecnológico y potencialmente muy caras. Pero no hay alternativa, si queremos preservar el espacio como un recurso”, señala. “Los costes directos y los de perder nuestros satélites superarían con mucho el coste de las acciones para evitarlo”.
Frente europeo contra la basura espacial
Estas conclusiones fueron presentadas por investigadores senior y especialistas del centro aeroespacial alemán DLR, las agencias espaciales francesa CNES, italiana ASI y británica, así como el Comité de Investigación Espacial, la Academia Internacional de Astronáutica y la ESA.
Los operadores de satélite de todo el mundo, incluyendo los de telecomunicaciones, clima, navegación o las misiones de vigilancia climática, están ahora concentrando sus esfuerzos en controlar la basura espacial. El objetivo último es prevenir una avalancha de colisiones en cadena en las próximas décadas.
La ESA, como agencia de tecnología espacial y operaciones, también considera un objetivo estratégico el desarrollo de tecnologías de eliminación activa de residuos. De hecho, está reforzando varias acciones de investigación relacionadas con la basura espacial, en marcha ya desde hace tiempo.
Esto incluye la mejora del conocimiento sobre dónde se encuentran los restos, y sobre su evolución, recurriendo a mediciones con alta sensibilidad y a modelos mejorados de las fuentes de los residuos.
La nueva iniciativa Clean Space – espacio limpio– incluye el desarrollo de nueva tecnología para acercarse a los restos, capturarlos y sacarlos de la órbita. Ya hay una misión en estudio.
Clean Space también desarrollará técnicas para paliar el problema, como dispositivos activos y pasivos para deorbitar restos y medios para que los satélites inoperativos dejen de ser