Un estudio con participación española, liderado por BirdLife International, señala al mar Mediterráneo y al mar Negro como las zonas del planeta en las que los petreles y las pardelas, uno de los grupos de aves marinas más amenazados, se enfrentan a un mayor riesgo de ingerir plásticos. Los resultados ponen de relieve la necesidad de mejorar la cooperación mundial para frenar este grave tipo de contaminación, cada vez más abundante.
Una investigación relaciona el declive en las poblaciones de estos pájaros durante las últimas décadas con el retroceso del hielo marino. El trabajo aporta una de las pocas evidencias empíricas sobre cómo el deshielo repercute en la dinámica poblacional de los grandes depredadores del Ártico.
Cada año mueren en todo el mundo entre 160.000 y 300.000 aves marinas debido a las capturas accidentales en el palangre. Esta es la principal causa del declive de tres especies endémicas de pardela. Según un nuevo estudio, para impedir que los barcos palangreros atrapen a los pájaros en el Mediterráneo la mejor estrategia sería calar las artes de pesca por la noche, cuando las aves son menos activas para robar los cebos.
Wisdom y su nuevo pollo / Naomi Blinick. voluntaria USFWS
La prohibición de descartes pesqueros impuesta por la Unión Europea podría aumentar a corto plazo la captura accidental de aves marinas amenazadas en el Mediterráneo por parte de los barcos palangreros. Así lo afirma un nuevo estudio que ha analizado la interacción entre las poblaciones de pardela cenicienta y la flota palangrera en Cataluña y Baleares. Según los científicos, es urgente adoptar medidas correctoras adecuadas a la flota de palangre antes de que la normativa se aplique para evitar que las aves se enganchen y mueran en los anzuelos.
Científicos australianos y británicos han evaluado el impacto global de los plásticos en las aves marinas y estiman que, en la actualidad, el 90% de los pájaros vivos ha ingerido algún tipo de este material. Es más, el nuevo estudio predice que en 2050 prácticamente todas las aves marinas tendrán plásticos en sus estómagos.
Los pollos de los petreles abandonan el nido de noche, pero los primeros vuelos de estas aves marinas hacia el mar se ven entorpecidos por la luz de las ciudades. Muchos colisionan o caen al suelo donde son vulnerables a atropellos y predadores. Ahora, un estudio ha evaluado el impacto de la contaminación lumínica en tres especies de petreles en las islas Baleares, incluyendo a la pardela balear, el ave marina más amenazada de Europa, y concluye que entre el 30 y el 47% de las colonias están expuestas a niveles altos de contaminación lumínica.
Miles de jóvenes aves marinas, entre ellas las pardelas cenicienta (Calonectris diomedea), abandonan el nido de noche para realizar sus primeros vuelos hacia el océano. Sin embargo, cada vez son más los casos detectados de polluelos que se desvían de su trayectoria inicial al ser deslumbrados por las luces de ciudades o carreteras, donde muchos de ellos acaban atropellados. Para reducir su mortalidad, un estudio, liderado por el CSIC, ha recogido con tecnología GPS cómo se produce esta desorientación.
Ejemplar de delfín mular en el Golfo de Cádiz. / CIRCE.
Las gaviotas patiamarillas Larus michahellis optimizan el tiempo que dedican a alimentarse aprovechando la existencia de un recurso predecible como son los descartes de pescado. Una investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) revela que la densidad de arrastreros en el mar y la hora del día son las variables que mejor explican la distribución de las aves.