Un nuevo método para deducir el tamaño de las poblaciones antiguas ha sacado a la luz un grave cuello de botella en la población humana, hace entre 930.000 y 813.000 años, que casi aniquiló la posibilidad de la humanidad tal y como la conocemos hoy en día.
El análisis de tres cráneos fósiles hallados en 2013 en Croacia revela que en los siglos V y VI pudieron realizarse modificaciones craneales artificiales en personas de diferentes procedencias como Oriente Próximo y Asia oriental. Los expertos sugieren que esta deformación permitió distinguir a los grupos sociales de diversas culturas durante el periodo de migraciones bárbaras.
Hace entre 4.000 y 4.500 años, una invasión de descendientes de pastores esteparios de Europa del Este reemplazó a cerca del 40 % de la población y a casi el 100 % de los hombres de la Península. Lo sabemos gracias a un estudio internacional, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Harvard (EE UU), que reconstruye la historia de los últimos ocho siglos en la zona.
En la costa caribeña de la República de Panamá, cerca de la ciudad de Piña, se han encontrado fragmentos fósiles de unos seis millones de años de antigüedad que corresponden a una nueva especie extinta de delfín de río, llamada Isthminia panamensis. Según los científicos del Instituto Smithsoniano de EE UU, el hallazgo arroja luz sobre la evolución de las especies actuales de estos cetáceos de agua dulce.
Un estudio, donde se comparan los apellidos de 416 varones andaluces con su información del cromosoma Y, revela que numerosos apellidos pertenecen a individuos de distintas familias. La explicación a este peculiar fenómeno se remonta a su introducción durante la Edad Media y la Reconquista, tal y como recoge la investigación dirigida por la Universidad Complutense de Madrid.
Ilustración de la serpiente primitiva en la que aparecen sus extremidades inferiores. / BMC Evolutionary Biology
Una investigación internacional, que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid, revela que el 64% de una muestra de varones europeos comparte tres linajes ancestrales que datan de la Edad de Bronce. Estas raíces comunes podrían tener su origen en una explosión demográfica ocurrida entre hace 2.000 y 4.000 años, cuyas causas aún se desconocen.
Los elefantes modernos mantienen el gran tamaño de sus ancestros.