Este estudio revela que la victimización en jóvenes españoles es más frecuente de lo que podría estimarse. / Sinc
Los atentados de la semana pasada en París, perpetrados en nombre de un dios, reabren una herida mal cicatrizada en Europa. El mundo vuelve a mirar hacia el fundamentalismo religioso. Un nuevo estudio demuestra que entre los musulmanes que viven en Europa, la hostilidad hacia otras minorías no es un fenómeno aislado; pero tampoco es sinónimo de violencia. Según su autor, Ruud Koopmans, director del Centro de Ciencias Sociales WZB de Berlín (Alemania), “el Islam no es el problema”.
Manifestación de musulmanes frente a la Estación de Atocha en Madrid en contra de los ataques producidos en París la semana pasada que se han cobrado la vida de 17 personas. / EFE
Un nuevo estudio analiza las conductas violentas ejercidas sobre mujeres gestantes por sus parejas hombres. Mientras que el 21% de las mujeres sufren violencia emocional durante el embarazo, el 3,6% soporta violencia física o sexual. Además, el 36,1% de las que reportaron violencia física indicaron que acontecía “muy a menudo” o “diariamente”.
Los esfuerzos actuales para prevenir las agresiones contra las mujeres y las niñas no son suficientes. Así lo indica una nueva serie de estudios publicada en The Lancet y en la que participan varios expertos de la Organización Mundial de la Salud. Una de cada tres mujeres en el mundo ha experimentado violencia física o sexual en su vida.
Según un estudio sueco sobre 895 fineses condenados por crímenes violentos, hay variaciones genéticas relacionadas con la absorción de dopamina y el desarrollo de las conexiones neuronales que predisponen a una conducta agresiva, sobre todo en varones. El alcohol puede reforzar este comportamiento.
Un trabajo de la Subdirección de Promoción de la Salud y Prevención de la Consejería de Sanidad madrileña ha cuantificado por primera vez que el 8,8% de las madrileñas sufre malos tratos sin saberlo, más del doble que las mujeres que reconocen la violencia de la pareja (3,4%).
Un estudio señala que las precipitaciones y el aumento de la temperatura favorecen toda clase de violencia, ya sea personal como intergrupal, e incluso puede provocar cambios en los gobiernos y la caída de civilizaciones enteras. El aumento de 2 ºC que se prevé en las próximas décadas puede hacer que crezca hasta en un 50% el número de guerras civiles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica hoy un detallado informe sobre la violencia ejercida contra las mujeres en el que se califica la situación como “un problema de salud global de proporciones epidémicas”. Junto al informe se incluye una guía de actuación que se comenzará a aplicar por los países del sudeste asiático.
Todo indica que no existe vínculo entre las características de los rasgos faciales y el comportamiento violento en algunos hombres, según un estudio publicado en la revista PLOS ONE por un equipo internacional en el que participa el Departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona.