El virus respiratorio sincitial es la principal causa de infecciones respiratorias graves en menores de un año. En su primera temporada de administración, las vacunas han evitado cerca de 10.000 hospitalizaciones en la población infantil. España ha sido el primer país del mundo en aplicar el anticuerpo de forma tan amplia.
Esta vacuna experimental, desarrollada por investigadores de la Universidad de Florida y probada en cuatro pacientes adultos, fue capaz de reprogramar el sistema inmunitario para atacar al glioblastoma, uno de los diagnósticos más devastadores con una supervivencia media de unos 15 meses. Ahora se ensayará en un estudio pediátrico.
Los resultados proporcionan una información crucial para el desarrollo de vacunas y tratamientos, ya que ayuda a identificar posibles proteínas útiles para el control de las enfermedades infecciosas.
Los finalistas de este año están encabezados por un tipo de medicamentos inyectables prometedores para los problemas de salud asociados a la obesidad. Además, también aparecen en el ranking, el desarrollo de terapias con anticuerpos que pueden ralentizar la neurodegeneración en los enfermos de alzhéimer o el descubrimiento de fuentes naturales de hidrógeno bajo la superficie de la Tierra.
A la vez que esta enfermedad tropical golpea más fuerte que nunca a algunos países de América Latina donde es endémica, continúa conquistando nuevas regiones del mundo. Los expertos alertan que ciertas zonas de Europa ya están bajo amenaza. Sin un tratamiento específico para curarla, las dos vacunas disponibles presentan soluciones demasiado complejas para frenar los contagios.
La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska ha concedido el Premio Nobel de Medicina a la bioquímica de origen húngaro y al inmunólogo estadounidense, por sus descubrimientos sobre las modificaciones de las bases de nucleósidos, que hicieron posible el desarrollo rápido de las vacunas ARNm contra el coronavirus.
El pasado sábado se cumplieron 40 años de la publicación en la revista Science de los resultados de la investigación liderada por el virólogo francés Luc Montagnier, del Instituto Pasteur de París.
Las conclusiones de un estudio liderado por el Instituto de Salud Carlos III indican que un mecanismo de maduración de los anticuerpos neutralizantes, una de las defensas del sistema inmunitario, puede causar el efecto positivo de separar durante cierto tiempo la vacunación tras una infección natural.
El equipo del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol ha encontrado que el progreso de la infección hacia esta dolencia pulmonar repite un mismo patrón: cuando el bacilo que infecta al macrófago alveolar crece de forma extracelular y la lesión que causa aumenta de forma desmedida. El hallazgo podría agilizar el diseño de vacunas o tratamientos eficientes.
Ilustración Isabel Zendal / Curro Oñate