El 12 de abril se cumplen tres meses del terremoto de 7 grados en la escala de Richter que sacudió la isla de Haití. Después del devastador seísmo, todavía no se habla de reconstrucción, sino de recuperar la capacidad de actuación del país. Pero la Tierra no ha dejado de temblar en el Caribe, y tampoco en otras zonas del planeta. Chile, Turquía, México, EE UU y esta semana Indonesia han sufrido terremotos de diversa magnitud.
En Haití 58.500 edificios han quedado destrozados, de los cuales 24.000 reducidos a escombros y 34.500 inutilizados.
Dos haitianos tratan de despejar los escombros en un intento de rescatar a los supervivientes en el Hotel Montana de Puerto Príncipe.
Científicos chilenos han reportado que el terremoto del mes pasado destruyó instalaciones de investigación cuyo costo estiman en decenas de millones de dólares y que, a raíz del tsunami que vino a continuación, falleció una investigadora que realizaba estudios en terreno en la isla Juan Fernández.
El edificio de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Concepción, afectado por un incendio, efecto del terremoto magnitud 8.8 Richter, del pasado 27 de febrero de 2010, en la ciudad de Concepción, región del Biobío, Chile.
Mapa de arroyos seleccionados a lo largo del segmento de Carrizo en la Falla de San Andrés.
Fernando Pérez Valera, del grupo de investigación Procesos y Recursos Geológicos de la Universidad de Jaén, está participando en el Proyecto Europeo “Sysmin II: Cartografía Geotemática en la República Dominicana”. El investigador español va a hacer la primera cartografía geológica de la zona de la República Dominicana, que comparte con Haití la isla de La Española.
Vista aérea de Port-au-Prince.
Investigadores estadounidenses han descubierto un nuevo método de controlar y detectar cambios en la tensión en las fallas geológicas de la profundidad de la Tierra. El hallazgo, que se publica ahora en Nature, permitiría predecir los terremotos al localizar con exactitud las fallas que podrían fracturarse y provocar terremotos.