Investigadores de las universidades Politécnica de Valencia, Alicante y la portuguesa do Minho han incluido módulos adicionales a un robot comercial para crear Pharos, un asistente virtual que recomienda actividades físicas a las personas mayores dentro del hogar. Su principal diferencia respecto a otros similares es el minucioso seguimiento de los usuarios.
El científico Pablo Lanillos de la Universidad Tecnológica de Múnich (Alemania) quiere conseguir que las máquinas reconozcan su propio cuerpo como hacemos los humanos para crear versiones mejoradas de la inteligencia artificial. Ha presentado sus últimos avances en IROS 2018, el mayor evento mundial de robótica que se celebra esta semana en Madrid.
Ingenieros de la Universidad Politécnica de Valencia han presentado a VINESCOT, un robot que registra parámetros esenciales en los viñedos, como la disponibilidad de agua, la temperatura de las hojas de la vid y el vigor de las plantas. De esta forma ayuda a saber cuándo activar el riego y la mejor fecha para la vendimia.
Un rasgo típico de los mamíferos es su capacidad de experimentar sensaciones, algo que los robots están empezando a imitar. Con la ayuda de pieles artificiales y algoritmos, investigadores checos han conseguido que el niño-robot iCub sea consciente del contacto de un humano y que incluso note si alguien invade su espacio ‘vital’.
Investigadores de la Universidad del País Vasco han desarrollado un método automático para clasificar las piezas musicales y generar nuevas melodías. El avance se enmarca dentro del proyecto BertsoBot, donde se programa a robots para cantar en verso.
Nuevos materiales, robots bioinspirados, baterías de larga duración, enjambres robóticos, inteligencia artificial, exploración extrema, aplicaciones en medicina, interacción social, ética y seguridad. Estos son algunos de los diez grandes retos a los que se enfrenta la robótica que, si se superan, transformarán nuestra sociedad, según el estudio presentado esta semana por un panel internacional de expertos.
Investigadores de la Universidad de Huelva han desarrollado un sensor que alerta de las amenazas de seguridad informática en el funcionamiento de plataformas robóticas portátiles. Tras la localización de la anomalía, solventa las disfunciones y recupera la actividad normal del dispositivo.
Investigadores de la Universidad de Málaga han diseñado un entorno virtual para visualizar las operaciones de robots olfativos que detectan escapes de gases y ver como estos fluidos se dispersan. Así se recrean las condiciones reales de espacios cerrados, como oficinas, y se puede planificar la actuación de estos dispositivos robóticos.