José Vicente García Ramos es un ‘cazador de espectros’ desde hace casi 40 años. Analizar con precisión la estructura de un cálculo renal, un meteorito o un tumor, a través de los espectros que dejan al recibir el estímulo luminoso, son algunas de sus utilidades. Este químico del Instituto de Estructura de la Materia (CSIC) también compagina su actividad investigadora con la dirección de TeatrIEM. A través de representaciones teatrales, intenta acercar la figura del científico a la sociedad, pero sin renunciar a la diversión. Su última aportación a la divulgación de la ciencia es el libro Las moléculas: cuando la luz te ayuda a vibrar (CSIC-Catarata) sobre la espectroscopía.
Científicos españoles han participado en la creación de una herramienta de diagnóstico que identifica la capacidad metastásica de las células de cáncer de mama. Los resultados confirman que el contenido de lípidos de dichas células podría ser una medida útil para determinar diversas funciones acopladas a la progresión de estos tumores.
Investigadores de la Universidad de Alcalá utilizan la espectroscopia Raman para distinguir entre diferentes residuos de disparo y la munición de origen. Esta información a menudo resulta crucial para la policia científica cuando estudia la escena de un crimen.
Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha desarrollado un método para determinar la composición química de líquidos sospechosos de ser explosivos que confisca la policía. Algunas de las muestras analizadas contenían sustancias peligrosas para la salud, como el metanol y el ácido bórico.
¿Hay vida fuera de la Tierra? Para responder a esta pregunta los científicos se han fijado desde hace tiempo en Marte. Pero identificar los posibles indicios de vida requiere un trabajo previo para comprender las características de las formas de vida que sobrevivirían en las condiciones del planeta rojo. La Universidad de Burgos, que estudia los microorganismos terrestres extremófilos (que sobreviven en condiciones extremas), ha sido pionera en aplicar una técnica conocida como espectroscopía Raman a la Astrobiología.
Tras tres semanas de intenso trabajo, Fernando Rull, responsable de la Unidad Asociada CSIC-UVA al Centro de Astrobiología, y Antonio Sansano, uno de los miembros de su equipo, han regresado satisfechos a Valladolid. El pasado 6 de agosto partieron rumbo al Ártico con el objetivo de probar el espectómetro Raman-Libs, uno de los instrumentos que se enviará a Marte en el marco de la misión Exomars, cuyo fin radica en encontrar signos de vida en el planeta rojo. Según ha precisado a DiCYT Fernando Rull, las expectativas “se han cumplido muy bien” y se ha constatado el funcionamiento del Raman en modo remoto a partir de 150 metros.