Un equipo de científicos, dirigidos por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Manuel Maldonado, señala que las esponjas marinas retienen el 88% del silicio del océano. Este elemento, un nutriente fundamental del océano, contribuye a la proliferación de las microalgas, que alimentan a muchos organismos marinos. Además, este mineral favorece la absorción de CO2 por parte de las microalgas.
Los mejillones se debilitarán y serán más pequeños por la acidez del océano.
Los remolinos marinos pueden transportar a miles de kilómetros calor, larvas y sustancias químicas de las fumarolas termales del océano. Imagen: Wood Hole
Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha estudiado el efecto del aporte de aguas saladas de la corriente de Agulhas (Sudáfrica) al Atlántico en condiciones de calentamiento global. El trabajo analiza de qué forma ese flujo puede compensar el descenso de la salinidad en el Atlántico Norte y estabilizar el clima europeo.
Científicos de la expedición oceanográfica Malaspina estudiarán si los materiales radiactivos vertidos en el accidente de la central nuclear japonesa de Fukushima han alcanzado el Pacífico central. El buque Hespérides parte mañana de Sidney (Australia) para iniciar la siguiente etapa en la que tomarán muestras de aire, agua y plancton, y buscarán posibles huellas del vertido radiactivo.
El investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) Carlos M. Duarte ha sido investido doctor honoris causa por la Universidad de Utrecht (Holanda) en reconocimiento a la investigación desarrollada en el ámbito de la ecología marina.
EE UU, Alemania y Japón lideran la lista de los diez únicos países en todo el mundo que se reparten el 90% de las patentes de genes marinos. Un estudio internacional, con participación de investigadores del CSIC, propone la creación de un fondo común de patentes de organismos marinos extraídos en aguas internacionales para facilitar el acceso global y equitativo a estos recursos.
Un estudio internacional, publicado hoy en Nature, demuestra que la duración de la estación calurosa ha descendido en los últimos 12.000 años. La razón: la cantidad de radiación solar durante la primavera ha disminuido. Esta investigación reúne por primera vez datos climáticos de la superficie marina de la Península Antártica, que ayudarán a saber cómo las capas de hielos responden al calentamiento global.
Investigadores de la UAB publican en Nature un estudio que muestra cómo cambiaron las corrientes marinas en el Atlántico a causa del cambio climático en el pasado. La investigación demuestra que hubo un periodo en que se invirtió el régimen de circulación de las aguas profundas. Los resultados son relevantes para el futuro próximo, ya que se espera que se produzcan cambios similares en el marco del calentamiento del clima a lo largo de los próximos 100 años.
Investigadores de la Universidad de Sevilla, liderados por Raúl Periáñez, han diseñado un software que ayudará a predecir, en caso de un vertido químico o marea negra, la trayectoria y características de la mancha de contaminación a lo largo de varios días tras el episodio contaminante.