Al estudiar las precipitaciones registradas en las últimas décadas en el sur de Francia, investigadores españoles y del país galo han llegado a la conclusión de que existen condiciones más favorables para que se produzcan más precipitaciones en forma de granizo.
Los dos sistemas más utilizados para hacer predicciones climáticas estacionales, uno estadístico basado en datos históricos y otro dinámico con modelos numéricos, están infrautilizados y se podrían emplear para crear un sistema predictivo de sequía en Europa. Así lo señala un estudio de la Universidad de Barcelona, el Barcelona Supercomputing Center y el centro JRC de la Comisión Europea.
Hace 35 años, una nevada cubría las dunas del Sáhara. / Wearbeard
Bob Dylan ha escrito más de 500 temas entre los que se encuentran grandes éxitos de la historia de la música. Un equipo de científicos británicos ha investigado la influencia del clima en las canciones y ha encontrado que Dylan es uno de los compositores con más alusiones a la lluvia, el tiempo meteorológico y el viento. Y no solo se refieren a ‘Blowin' in the wind’: los científicos han identificado 163 canciones del nuevo Premio Nobel de Literatura que tratan sobre estos temas.
Infografía sobre las posibles consecuencias del deshielo del Ártico. / Efe
Si la semana pasada era la NASA quien lo anticipaba, hoy la Organización Meteorológica Mundial lo corrobora: la temperatura media global en superficie en el año 2015 batió todos los registros anteriores por un margen sorprendentemente amplio. Por primera vez se han medido temperaturas medias que superan en un 1 °C las de la era preindustrial.
En paralelo a la preocupación por el cambio climático ha ido creciendo la meteorología mediática, patente en la proliferación de espacios televisivos, blogs y webs específicos. Gracias a los recursos audiovisuales y a su mayor eficacia predictiva, la información del tiempo se ha vuelto la más consultada por el público, que, aparte de utilizarla en su orientación práctica, encuentra en ella una fuente de placer visual y un combustible para la conversación social.
El agua de lluvia que cayó en algunos pueblos de Zamora el otoño pasado trajo un extraño pasajero: una microalga verde que se torna rojiza ante situaciones de estrés. Cuando se depositó sobre los pilones y abrevaderos, las aguas no tardaron en teñirse de rojo. Investigadores de la Universidad de Salamanca han aclarado este fenómeno, aunque no el misterioso origen de las pequeñas algas, que también utilizan la industria farmacéutica, alimentaria e incluso automovilística.
Las imágenes animadas de tormentas atmosféricas, el cambio climático y la temperatura del océano se proyectan en su superficie y se emplean para explicar lo que a veces son procesos ambientales complejos. / NOAA