La de partera es una ocupación crucial en la historia humana. La postura erguida, el gran cerebro y la forma del canal del parto del Homo sapiens hacen que las mujeres necesiten ayuda externa para parir, al contrario que la mayoría de las mamíferas. Hoy las comadronas aún marcan la diferencia entre la vida y la muerte, y garantizan el cuidado profesional de la salud de la madre y el bebé, no solo en países en vías de desarrollo.
Varios estudios en macacos Rhesus han mostrado que la leche que produce una madre tiene distinta composición de grasas, proteínas y minerales si la criatura que amamanta es macho o hembra. La autora de estos trabajos cree que si se demostrara lo mismo en humanos, las leches artificiales tendrían que adaptar sus fórmulas para niños y niñas.
Las madres que tienen un parto vaginal sin epidural y las que están acompañadas de algún familiar durante el alumbramiento se muestran más satisfechas ante la experiencia de traer un hijo al mundo que las demás. Del mismo modo, la actitud del personal sanitario que las atiende e iniciar la lactancia materna de manera precoz son otros dos factores que determinan la satisfacción de las mujeres.
La lactancia materna completa entre seis y doce meses mejora el desarrollo de las funciones cognitivas de los niños de cuatro años, aunque todavía se desconocen los factores involucrados en su beneficio. La inteligencia de las madres, los síntomas psicopatológicos, la clase social y los ácidos grasos de calostro no explican esta asociación.
Un estudio ha determinado que la concentración de virus en la leche materna de mujeres infectadas por VIH aumenta cuando dejan de amamantar y si lo hacen de manera no exclusiva. Por eso la recomendación de los investigadores para evitar la transmisión al bebé es alimentarle únicamente con leche de la madre.
Las modificaciones en los niveles de la hormona leptina durante la gestación o la lactancia aumentan el riesgo de padecer obesidad y diabetes en la edad adulta. Así lo constatan los trabajos de Miriam Granado, de la Universidad Autónoma de Madrid, por los que ha sido premiada por la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad.
Un estudio en el que han colaborado la UPV/EHU y el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) destaca que una prolongada lactancia materna reduce el riesgo cardiovascular en niños y adolescentes. La investigación, que se ha realizado sobre niños y adolescentes suecos y estonios, concluye que al crecer los niños que han recibido al menos tres meses de lactancia materna exclusiva presentan mejoras evidentes en su salud cardiovascular respecto a los que han sido alimentados principalmente con biberón.
Una nueva investigación analiza la lactancia materna en España durante la segunda mitad del siglo XX. Los expertos asocian su evolución con factores sociodemográficos como la incorporación de la mujer al entorno laboral, las recomendaciones del personal sanitario, la ampliación del permiso de maternidad y el nivel de estudios.
La lactancia materna, casi imprescindible para la supervivencia infantil hace no muchos años, ha variado durante la segunda mitad del siglo XX
Por primera vez a escala internacional han seguido por el organismo de forma exhaustiva elementos traza esenciales sin alterar las condiciones metabólicas normales. Han sido los investigadores del Grupo de Espectrometría Analítica de la Universidad de Oviedo que dirige Alfredo Sanz Medel, en colaboración con el grupo del servicio de Neonatología que coordina el doctor José López Sastre en el Hospital Central de Asturias (HUCA). De esta colaboración ha surgido una novedosa técnica de análisis que han ensayado en ratones lactantes y que permite establecer qué cantidad de elementos esenciales presente en el alimento se ha absorbido y qué forma química se absorbe mejor, además de la ruta que ha seguido por el cuerpo.