Cuando Alan Guth (Nueva Jersey, 1947), padre de la teoría de la inflación cósmica, tuvo su momento 'eureka', anotó y recuadró en su libreta las palabras “revelación espectacular”. Fue en 1979. En un par de semanas, su modelo teórico sobre el origen del mundo podría confirmarse definitivamente. Muchos lo consideran candidato al Nobel. A él le parece bien y recuerda que ha ganado otro galardón del que se siente orgulloso: el premio al escritorio más desordenado.
Se confirman los rumores: los científicos de la misión europea Planck van a colaborar con los norteamericanos de BICEP2 para dilucidar si las señales captadas por este radiotelescopio terrestre son realmente ondas gravitacionales procedentes de los primeros ecos del Big Bang o, por el contrario, proceden del polvo galáctico. Según Enrique Martínez, investigador de Planck, “en menos de un mes” su equipo publicará un artículo que aclarará el origen de la señal.
Hoy en Valencia el padre de la inflación cósmica, Alan Guth, ha reivindicado la vigencia de su teoría, ya sean correctas o erróneas las pruebas a su favor detectadas desde el Polo Sur por el telescopio BICEP2. Además de él, un millar de físicos hablan en la capital levantina de un mundo compuesto de infinitos universos paralelos, superaceleradores del futuro y materia oscura. Allí se celebra la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías.
Alan Guth durante su conferencia en Valencia./ ICHEP2014
Para Juan Fuster Verdú (Alcoy, 1960), parte de su trabajo es “creer en las grandes metas y abrir puertas donde no parece que las haya”. Preside el grupo europeo de estudios para la próxima gran obra de la física, el colisionador lineal internacional (ILC); y con su equipo del Instituto de Física Corpuscular (IFIC, CSIC-Universidad de Valencia) construyó parte del detector interno de ATLAS en el CERN. Estos días, en Valencia, actúa como anfitrión de los mejores especialistas mundiales en su campo. Allí ha comenzado la 37ª Conferencia Internacional de Física de Altas Energías.
Juan Fuster, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Física Corpuscular, en la 37ª Conferencia Internacional de Física de Altas Energías de Valencia. / ICHEP2014
El descubrimiento del bosón de Higgs en 2012 se basó en su desintegración en otros bosones, los portadores de fuerzas en la naturaleza. Ahora investigadores del experimento CMS del CERN han encontrado evidencias de la desintegración directa del higgs en fermiones, las partículas que forman la materia, y con una tasa que se ajusta al modelo estándar de física de partículas.