Pese a que se le atribuye escasa importancia en el ser humano, el olfato parece no ser tan accesorio: al ser uno de los sentidos más primitivos, está directamente conectado con los sentimientos, y su pérdida puede señalar la existencia de enfermedades neurológicas. Ésta es una de las esencias con las que resumen el interés de la investigación olfativa los científicos de la Universidad de Oviedo que están rastreando las rutas moleculares del olfato.