Los océanos de la Tierra albergan muchas criaturas grandes y pequeñas, incluidos algunos antiguos linajes de animales que contienen pistas sobre uno de los misterios más profundos de la biología: ¿cómo evolucionaron los diferentes tipos de células que componen organismos complejos, como las neuronas, las células de la piel y las células musculares? Un nuevo proyecto ERC busca darle respuesta.
Un equipo del Instituto de Biología Evolutiva explica que la función de una duplicación génica hizo más competitivos a algunos insectos. El trabajo podría arrojar luz sobre los mecanismos de innovación evolutiva en diversos grupos de animales.
El filósofo y director del Laboratorio de Inteligencia Mínima de la Universidad de Murcia, Paco Calvo, aboga por abandonar la perspectiva antropocentrista y zoocentrista que, según su opinión, ha imperado en el mundo científico, para comprender mejor otras formas de vida.
Un equipo internacional, liderado por el Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, ha descubierto que las poblaciones con ascendencia genética americana y europea tienen mayor riesgo de sufrir la toxicidad de una amplia variedad de fármacos.
Un equipo científico ha analizado el ADN del pez pulmonado, que es treinta veces del tamaño del genoma humano. Todos los vertebrados terrestres se remontan a un pez de la clase de los peces de aletas lobuladas, que salió del océano y llegó a tierra, y cuyos parientes más cercanos son tres linajes de peces pulmonados actuales.
Investigadores del Centro de Regulación Genómica han descubierto que es posible usar un mecanismo de defensa frente a los virus para acelerar la creación de líneas de células madre femeninas. El estudio, realizado en ratones, puede impulsar el desarrollo de fármacos y terapias personalizadas, especialmente para mujeres y personas con dos cromosomas X.
Un estudio internacional con participación del CSIC ha demostrado que reemplazar un solo átomo en posiciones estratégicas de la secuencia genética puede revertir su dirección de rotación. Según los autores, el hallazgo podría convertirse en una importante diana terapéutica al desempeñar un papel importante en diversos procesos biológicos.
Al introducir un átomo de flúor en ciertas posiciones clave de la cadena de azúcares del ADN comprobaron, mediante el empleo de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) y técnicas computacionales, que se induce la formación del Z-ADN, la secuencia con el giro invertido, en condiciones enteramente fisiológicas.
Un análisis genómico demuestra que la población de estos grandes mamíferos en la isla de Wrangel, en Rusia, se mantuvo estable hasta su repentina desaparición hace tan solo 4000 años. Este descubrimiento refuta la teoría de que se extinguieron por razones genéticas. Algo ocurrió, pero todavía no se sabe qué.
Lo han logrado en seis especies de primates que revelan una enorme variación en el cromosoma Y, además de nuevos conocimientos sobre la evolución humana, enfermedades o la genética para la conservación de simios en peligro de extinción.