Las observaciones con telescopios muestran que los cúmulos de galaxias tienen un número de pequeñas lentes gravitacionales diez veces mayor que lo que señalan las simulaciones. Por tanto, algo está fallando: o los métodos de simulación o las suposiciones de la cosmología estándar sobre la materia oscura que genera este fenómeno.
Con la ayuda del telescopio ALMA en Chile, un equipo de astrónomos ha observado una galaxia muy distante que es sorprendentemente parecida a la Vía Láctea. Se llama SPT0418-47 y su luz distorsionada, observada gracias a una lente gravitacional o ‘efecto lupa’ de otra galaxia cercana, ha tardado 12.000 millones de años en llegar hasta la Tierra.
Los astrofísicos del proyecto Sloan Digital Sky Survey (SDSS) han presentado, a través de más de 20 artículos científicos, las mediciones detalladas de más de dos millones de galaxias y cuásares. Los resultados cubren 11.000 millones de años de tiempo cósmico y llenan los vacíos más significativos en nuestra exploración de la historia del cosmos.
Los astrónomos la observaron entre 2001 y 2011 en la galaxia enana Kinman, pero cuando volvieron a intentarlo el año pasado ya no la encontraron. Se trataba de una estrella monstruosa e inestable que puede haber colapsado en un agujero negro sin producir una explosión de supernova, algo muy raro, aunque también puede haberse vuelto menos brillante y estar oculta detrás del polvo.
Científicos de la Universidad de Granada y otros centros europeos han presentado un modelo de evolución química de galaxias con el que se puede simular la interacción entre estrellas de diferente masa y metalicidad con el gas interestelar. De esta forma se puede calcular la evolución de las abundancias de los elementos químicos en la Vía Láctea.
Las galaxias más viejas del universo son también las más masivas, pudiendo alcanzar hasta cien veces la masa de la Vía Láctea. Ahora, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias han comprobado que, a pesar de su edad, estas galaxias siguen formando estrellas. Eso sí, a un ritmo muy lento.
Ilustración de la historia del universo. Quizá haya que retocar el modelo cosmológico justo antes de que apareciera la radiación cósmica de fondo 380.000 años después del Big Bang. / NASA, L. Fernández García et al.
Los físicos utilizan dos tipos de medidas para calcular la velocidad de expansión del universo, pero sus resultados no coinciden, un asunto que puede obligar a retocar el modelo cosmológico. “Es como intentar enhebrar una aguja cósmica”, explica la investigadora Licia Verde de la Universidad de Barcelona, coautora de un artículo sobre las implicaciones de este problema.
Investigadores del Centro de Astrobiología y la Universidad Complutense de Madrid han descubierto algunas de las galaxias más masivas y antiguas del universo, lo que ayudará a mejorar los modelos de formación galáctica. Las observaciones se han realizado con tres de los telescopios más potentes del mundo: los espaciales Spitzer y Hubble y el terrestre Gran Telescopio Canarias.
Astrónomos europeos han estudiado desde el Observatorio de Calar Alto (Almería) una galaxia cercana de un tipo conocido como 'guisante verde'. Asi han comprobado que su región de formación estelar emite luz de forma similar a la primera generación de galaxias, que iluminaron el universo mil millones de años después del Big Bang.