Recreación de la estrella cuando empieza a ser absorbida por el agujero negro.
El satélite de la NASA Swift detectó el pasado 28 de marzo una inusual emisión de rayos gamma: Sw 1644+57. Ahora, dos equipos de científicos, algunos españoles, plantean en Science que esta explosión pudo tener su origen cuando un agujero negro gigantesco se ‘tragó’ a una estrella del tamaño del Sol.
Un estudio internacional, publicado en la revista Nature, revela que los rayos-X son la fuente de energía responsable del aumento del brillo observado en la supernova más cercana y brillante de la Vía Láctea, la SN 1987A, desde 2001.
Antes y después de cuatro supernovas o explosiones estelares superluminosas de la clase recién descubierta. Foto: Caltech/Robert Quimby/Nature.
Las primeras estrellas tenían una masa ocho veces superior a la del astro Sol. Imagen: NASA
Un equipo internacional con participación española ha descubierto la posible masa mínima para que surja una galaxia en la que se formen estrellas. La estadística apunta a que los halos de materia oscura que envuelven estas galaxias deben tener al menos una masa de 300 mil millones de masas solares.
Recreación de un agujero negro. Imagen: NASA/Dana Berry, SkyWorks Digital.
Los agujeros negros no se relacionan con los discos galácticos, los pseudobulbos o los halos de materia oscura.