Los últimos y precisos resultados experimentales que ha facilitado este verano el laboratorio Fermilab de EE UU sobre el muon, una partícula parecida al electrón pero mucho más masiva, siguen sin coincidir con lo que plantean los físicos teóricos y el modelo estándar. ¿Habrá que revisarlo? Las claves de esta discrepancia nos las ofrece David Tarazona, uno de los científicos del proyecto.
El histórico descubrimiento del bosón de Higgs en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN hace exactamente diez años y los progresos realizados desde entonces han permitido a la comunidad científica dar enormes pasos en nuestra comprensión del universo.
El 4 de julio de 2012 se anunció uno de los mayores avances de la física en las últimas décadas: el descubrimiento del bosón de Higgs en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN). Dos científicos españoles que trabajan en este centro repasan lo que supuso aquel hito, predicho cinco décadas antes, y nos recuerdan que el campo de Higgs llena todo nuestro universo y da masa a las partículas que nos conforman.
La colaboración científica internacional Collider Detector at Fermilab ha medido con precisión la masa del bosón W —una de las partículas elementales— y su valor es sorprendentemente alto, tanto, que se desvía de las predicciones del modelo estándar. El extraordinario resultado tendrá que ser validado por futuros experimentos, como los que se realizan en el gran colisionador LHC.
Son ingenieras, físicas, químicas y expertas en tecnologías de la información. Trabajan en el CERN, en Ginebra, varias de ellas en su famoso acelerador de partículas. Los laboratorios de este gran centro de investigación tienen una plantilla fija de unos 2.500 trabajadores, de los que un 20, 6 % son mujeres, según los datos oficiales. Estos días, como muchos de nosotros, teletrabajan desde sus casas tras el cierre de las instalaciones hasta nueva orden por la COVID-19.
La catedrática de la Universidad de Cantabria, una de las físicas españolas más relevantes, ha fallecido este martes a la edad de 63 años. Lideró uno de los equipos del experimento CMS del gran colisionador de hadrones del CERN.
Investigadores del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE) han desarrollado un detector de rayos cósmicos y lo han instalado en la base antártica Juan Carlos I. Este dispositivo, ya en funcionamiento, medirá con precisión electrones y muones (otro tipo de partícula elemental) para estudiar la actividad solar y las condiciones de la atmósfera terrestre.
Esta científica y escritora neoyorquina, además de experta en física de partículas y cosmología, es una celebridad. También, una pionera. Fue la primera mujer en ocupar la cátedra de Física Teórica de las universidades de Harvard y Princeton y la primera profesora titular en esta materia en el MIT. Ahora, vive con emoción grandes descubrimientos como la detección de las ondas gravitacionales. “Estamos justo al principio, es apasionante”, dice.
Los investigadores del experimento LHCb del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) han observado por primera vez una diferencia entre materia y antimateria conocida como ‘violación CP’ en las desintegraciones de una partícula llamada mesón D0. El hallazgo, aunque resulte difícil de entender para el gran público, entrará a formar parte de los libros de texto sobre física de partículas.
Grandes instalaciones de astronomía y física de partículas, como el LHC y el radiotelescopio SKA, se han unido para intercambiar datos y ofrecerlos en abierto por la nube. En esta iniciativa, financiada con 16 millones de euros, participan instituciones españolas como el Instituto de Astrofísica de Andalucía, el Institut de Física d’Altes Energies y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.