Una nueva especie de este grupo extinto de pez lagarto, descubierta por dos aficionados a la paleontología y analizado por científicos europeos, pudo llegar a medir más de 25 metros de largo. Su reinado no duró mucho: se cree que se extinguieron durante el evento de extinción masiva del Triásico tardío.
Las materias primas producidas por esta actividad, como el litio, el níquel o el cobalto, son utilizadas actualmente para la fabricación de multitud de productos tecnológicos. Según una nueva investigación, más de un tercio de la población de gorilas, bonobos y chimpancés de este continente se enfrenta a riesgos relacionados con la extracción de los recursos mineros.
Un equipo del CSIC consigue por primera vez tratar la quitidriomicosis, afección que diezma las poblaciones de anfibios, sin necesidad de retirar los animales del agua. Los investigadores aplicaron un fungicida agrario en el agua donde se reproducen los anfibios sin observar trazas del producto ni efectos significativos en la química y biología del agua
Tras milenios de inspirar toda clase de leyendas, en febrero de 1824 el primero de estos seres recibió su nombre. A dos siglos de aquel debut científico, los descubrimientos no paran. Gracias al uso de nuevas tecnologías, los paleontólogos amplían su intrincado árbol genealógico y revelan aspectos anteriormente desconocidos de estas especies increíblemente diversas que dominaron el planeta durante casi 165 millones de años.
Es poco probable que estos animales se adapten a vivir en un entorno sin hielo en el Ártico. Sus estrategias alimenticias para sobrevivir en estos períodos no evitan que pierdan mucho peso, según una investigación que los ha seguido mediante GPS y vídeo en la bahía de Hudson, Canadá.
En España existen dos subespecies de esta ave, en el Pirineo y en la cordillera Cantábrica, ambas en declive en las últimas décadas. El primer estudio sanitario de las pirenaicas ha detectado parásitos relacionados con la malaria aviar, así como un nuevo herpesvirus.
La tasa reproductiva anual de la especie es del 7,15% y la mortalidad total, del 12,5%, lo que aboca a su desaparición si no se toman medidas. Cada año mueren más de treinta ejemplares por causas antropogénicas, la mitad de la mortalidad total registrada.
Tan solo quedan dos hembras de esta especie vivas, Najin y Fatu, madre e hija, que viven en la reserva de Ol Pejeta, en Kenia. Por esta razón, la única alternativa a la extinción de estos animales es lograr la reproducción asistida con las técnicas y métodos actuales.
Un nuevo estudio, con participación española, revela los dos eventos de extinción de vertebrados más grandes de la historia provocados por las personas a lo largo de la historia de la humanidad. Los autores también alertan de que estamos viviendo la tercera extinción masiva de aves.
La especie está al borde de la extinción, pero se sigue pescando y consumiendo. Desde la ciencia, se recomienda al Consejo Europeo de Agricultura y Pesca, que se reúne los días 10 y 11 de diciembre, la implantación de una veda total.