Es poco probable que estos animales se adapten a vivir en un entorno sin hielo en el Ártico. Sus estrategias alimenticias para sobrevivir en estos períodos no evitan que pierdan mucho peso, según una investigación que los ha seguido mediante GPS y vídeo en la bahía de Hudson, Canadá.
El Ártico está perdiendo hielo marino de forma acelerada debido a la crisis climática y se espera que en la época estival desaparezca por completo en la década de 2030. Ante esta situación, un equipo internacional de investigación, liderado por el Centro de Ciencias de Alaska, ha estudiado cómo se comportan los osos polares (Ursus maritimus) ante este deshielo.
Para ello, utilizaron collares con cámaras de vídeo y GPS para seguir a 20 osos polares durante la época estival en el Ártico —de agosto a septiembre— entre 2019 y 2022 en el oeste de la Bahía de Hudson, Canadá. El período sin hielo en esta región aumentó tres semanas entre 1979 y 2015, lo que mantuvo a los osos en tierra durante aproximadamente 130 días durante la última década.
Los autores controlaron su gasto energético diario, los cambios en la masa corporal, la dieta, el comportamiento y el movimiento. Su objetivo era saber qué comían y qué hacían estos superdepredadores del hielo durante el prolongado tiempo que pasaban en tierra cuando sus presas preferidas, las focas, estaban fuera de su alcance.
Pudimos documentar su comportamiento, cambio de peso, coste energético y movimientos, lo que nos permitió determinar que los osos mostraron una variedad de comportamientos y estrategias
“Pudimos documentar su comportamiento, cambio de peso, coste energético y movimientos, lo que nos permitió determinar que los osos mostraron una variedad de comportamientos y estrategias energéticas mientras veraneaban en tierra, pero que estas no impidieron la pérdida de peso. 19 de los 20 osos de nuestro estudio perdieron masa coprporal ”, dice a SINC Karyn Rode, investigadora del Centro de Ciencias de Alaska y coautora del estudio que publica la revista Nature Communications.
Entre estas tácticas para gastar menos energía, están el ayuno, la reducción de sus movimientos y el consumo de bayas y pájaros. Todas ellas, las llevaron a cabo independientemente de la edad, el sexo, la etapa reproductiva —se siguió también a hembras embarazadas— o los niveles iniciales de grasa. Sin embargo, no evitaron que perdieran una media de un kilogramo por día. Incluso los que buscaban comida perdieron peso al mismo ritmo que los que se acostaron. Tan solo uno de ellos engordó tras tropezar con un mamífero marino muerto.
“Nuestros resultados respaldan estudios anteriores que indican que cuando los osos polares pasan períodos más prolongados veraneando en tierra, pierden cantidades cada vez mayores de peso cuanto más tiempo dura”, subraya la investigadora.
A medida que el hielo marino continúa retrocediendo, comprender estos comportamientos adaptativos es fundamental para los esfuerzos de conservación destinados a apoyar a los osos polares en un ecosistema que cambia rápidamente.
Entre finales de la primavera y principios del verano, los osos polares utilizan el hielo marino como plataforma para cazar focas principalmente cuando están dando a luz y destetando a sus crías.
Existen algunas poblaciones —de las 19 reconocidas en todo el Ártico circumpolar— que tienen acceso a cadáveres de mamíferos marinos, como las ballenas, mientras están en la costa, lo que les ayudaría a compensar la pérdida de peso. Pero en la Bahía de Hudson, los osos no tienen actualmente este tipo de recursos marinos en tierra y es probable que se vean afectados negativamente por períodos más prolongados sin hielo.
Los alimentos terrestres les dieron algún beneficio energético, pero en última instancia, tuvieron que gastar más energía para acceder a esos recursos
“El Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá ha mantenido un programa de investigación a largo plazo, lo que nos ayudó a rastrear de cerca a estos animales durante aproximadamente tres semanas mientras estaban en tierra”, explica la científica.
Anthony Pagano, experto en vida silvestre del Programa de Investigación de Osos Polares del Servicio Geológico de EE UU, señala que "los alimentos terrestres les dieron algún beneficio energético, pero en última instancia, tuvieron que gastar más energía para acceder a esos recursos”.
El estudio requirió la colaboración entre múltiples organizaciones y agencias a través de fronteras internacionales con el fin de recopilar con éxito los datos necesarios para comprender mejor el comportamiento y la energía de los osos polares cuando pasan el verano en tierra.
"Con el aumento del uso de la tierra, la expectativa es que probablemente veremos aumentos en la hambruna, particularmente, entre los adolescentes y las hembras con cachorros", concluye el experto.
Referencia:
Anthony M. Pagano et al. “Polar bear energetic and behavioral strategies on land with implications for surviving the ice-free period”. Nature Communications.