La planta Solanum elaeagnifolium.
La nueva película de Jacques Perrin y Jacques Cluzaud nos sumerge en un mundo de gran diversidad biológica, grandioso y a la vez desconocido: el océano. Con 50 millones de euros de presupuesto y ocho años de trabajo con científicos como Stéphane Durand, los 108 minutos que dura Océanos envuelven al espectador en una sinfonía natural donde los animales cobran protagonismo y revelan sus secretos mejor guardados. En este himno al océano la biodiversidad tiene la palabra.
El buque de investigación Miguel Oliver ha finalizado hoy, en aguas del Atlántico Suroccidental, la tercera campaña pesquera y oceanográfica para el estudio del calamar, la pota, la bertorella, el granadero y la merluza. La investigación, dirigida por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), ha estimado los índices de abundancia y biomasa de estas especies de interés pesquero.
Venta de atún rojo (Thunnus Thynnus) en un mercado de pescado de Tokyo (Japón).
Una vez agotados los recursos mineros en la superficie terrestre, el ser humano se lanzará a una nueva “aventura”: la explotación de los fondos marinos, una atractiva fuente económica de recursos minerales que ahora parece inagotable por la extensión de los océanos. Pero los mares recogen más del 97% de los seres vivos del Planeta, la gran mayoría desconocidos para la ciencia. Su exploración, ante todo sostenible, arrojará luz allí donde reina la oscuridad.
Desde que en diciembre los gobiernos anunciaran el Acuerdo de Copenhague como alternativa post-Kioto, los medios de comunicación hablan cada vez más de biodiversidad. Comenzamos 2010 con la celebración del Año Internacional de la Diversidad Biológica, y con una demanda que se hará más explícita a finales de año, en la Cumbre de la Biodiversidad en Japón: que los políticos aprendan de sus errores en materia climática y actúen en nombre de la naturaleza.
Vista general del nuevo Almacén.