Un equipo internacional de investigadores, entre los que se encuentran científicos del Barcelona Supercomputing Center (BSC), ha explorado estos ecosistemas vulnerables de las profundidades marinas y observado más de 100 especies nunca antes registradas por los científicos.
La digitalización y, concretamente, la inteligencia artificial no están muy extendidas en industrias tan tradicionales como la pesca. Sin embargo, esta última tecnología se utiliza ya para agilizar la obtención de datos y facilitar la toma de decisiones que favorezcan la sostenibilidad y la protección de los hábitats marinos.
El calentamiento global tendrá un impacto negativo mayor en los ecosistemas marinos que el que se había proyectado en investigaciones anteriores, según un nuevo trabajo realizado con modelos climáticos muy avanzados y precisos. Los expertos urgen a que se tomen medidas eficaces de mitigación y adaptación, ya que tanto la biodiversidad como el futuro de la pesca se encuentran bajo la amenaza creciente del cambio climático.
Los paisajes sonoros de los océanos se están convirtiendo cada vez más en una cacofonía estridente debido al ruido generado por la actividad humana. Un estudio propone usar nuevas tecnologías de monitorización e impulsar políticas que mitiguen su impacto en los ecosistemas.
A pesar de su estado de protección, la mayor parte del mar Mediterráneo sigue estando en riesgo de pérdida de biodiversidad. Estos son los resultados de un nuevo estudio que ha determinado que el 72,6 % de las áreas marinas protegidas no tienen regulaciones distintas a las del resto de zonas y solo el 0,23 % de este mar cuenta con altos niveles de protección.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona revelan por primera vez que la descarga de agua subterránea en el mar Mediterráneo puede ser hasta 15 veces superior a las entradas de agua de los ríos.
El acto de entrega tuvo lugar ayer durante la ceremonia de presentación de la ICES Annual Science Conference 2011, en Gdańsk (Polonia)
Un equipo de biólogos y físicos del CSIC)y la Universidad de Baleares ha descubierto que las praderas de posidonia oceánica de las Islas Baleares son imprescindibles para el mantenimiento del flujo genético de la especie, y, por tanto, de la diversidad de esta planta marina endémica. El equipo ha desarrollado una metodología ad hoc para el trabajo: un modelo matemático basado en la teoría de redes con el que se ha logrado analizar un muestreo a gran escala en todo el hábitat de esta especie, el Mediterráneo.
Mapa del impacto humano en los ecosistemas marinos