Un equipo formado por 22 laboratorios ha trazado en tiempo récord el primer mapa de interacciones de las proteínas del virus SARS-CoV-2 con las proteínas humanas. La estrategia se ha completado buscando fármacos ya conocidos. Esto supondría un atajo hacia un tratamiento eficaz.
A diferencia de la técnica de PCR que se utiliza para el diagnóstico de la COVID-19 y que tarda varias horas, los test rápidos son capaces de dar un resultado en 15 minutos. Entre ellos, se encuentran los que detectan proteínas del virus y los que reconocen los anticuerpos que genera el organismo para defenderse.
La Comunidad de Madrid está explorando la posibilidad de utilizar plasma sanguíneo de sangre de personas que se hayan recuperado del coronavirus para obtener plasma hiperinmune que permita tratar a los pacientes en estado crítico. Si la idea se consolida, se sumaría a la estrategia de EE UU, que ha aprobado el uso de este método centenario utilizado en epidemias antes de que existieran las vacunas.
Identificar al primer paciente que contrajo la enfermedad producida por el coronavirus SARS-CoV-2 en China es fundamental para averiguar su origen. También se está haciendo en otros países, una tarea en la que los epidemiólogos se convierten en verdaderos detectives. Los expertos recalcan la importancia de preservar la identidad de estas personas para evitar que se les culpabilice.
¿Ibuprofeno o paracetamol? ¿La pérdida de olfato es un síntoma asociado al SARS-COV-2? ¿Funcionan las mascarillas caseras? La pandemia de COVID-19, que comenzó hace ya tres meses en China, todavía genera más preguntas que respuestas. En Sinc hemos recopilado las principales cuestiones que siguen surgiendo estos días sobre esta enfermedad.
Un equipo del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC emplea solo un componente viral, la proteína S, y no el virus SARS-CoV-2 completo como estrategia para llegar a una vacuna. Estas investigaciones se basan en años de experiencia en el desarrollo de vacunas frente a enfermedades como el VIH, el ébola, el zika o el chikungunya.
De un día para otro hemos dejado de usar el coche, viajar, hacer turismo y consumir de forma masiva para luchar contra la propagación del SARS-CoV-2. Según los expertos, las acciones para frenar la emergencia climática supondrían sacrificios menos drásticos si se actúa ahora.
Investigadores de las universidades de Zaragoza y Carlos III de Madrid han analizado la efectividad de las estrategias de distanciamiento social ante una pandemia como la de COVID-19. Los resultados muestran que un confinamiento total no resuelve el problema si no se toman medidas como la realización de pruebas de diagnóstico a gran escala, el aislamiento de personas con síntomas y el rastreo inteligente de sus contactos.
Esta científica ha evaluado en la revista médica The Lancet los puntos de la Sanidad española que el coronavirus pondrá a prueba y las lecciones que ya se pueden sacar de la experiencia. Insiste en que una vez pase esta crisis será fundamental estudiar lo que se hizo bien y mal, pero ahora “no se debe permitir que los políticos exploten la situación en su beneficio”.
El 85 % de los pacientes críticos con COVID-19 presentan linfopenia, es decir, un número bajo de las células de defensa, que se asocia a una neumonía grave. Ahora, un estudio español propone utilizar esto como marcador para predecir qué casos serán más graves y poder usar de manera más eficiente las UCIS.