La semana pasada la sociedad española comenzó un periodo de aislamiento para evitar la infección por COVID-19. ¿Cómo va a influir esta etapa en nuestro bienestar psicológico? Esto es lo que aconsejan los expertos para combatir la angustia y la ansiedad estos días y aprender cómo mejorar nuestra vida cuando vuelva la rutina.
El SARS-CoV-2 no ha sido fruto de una manipulación contra las grandes economías gestada en un laboratorio. Los científicos ya han comprobado que se originó por procesos naturales y probablemente se transmitió a las personas desde los murciélagos pasando por diferentes especies. Aún no saben si se convirtió en patógeno para los humanos después de habernos contagiado. Si ese paso sucedió antes, en un animal, la posibilidad de que se produzcan más brotes en el futuro aumentaría.
La plataforma de investigación sobre la percepción social de la ciencia ScienceFlows lanza un proyecto donde se analizarán bulos sobre el COVID-19. En el proyecto colabora Maldita Ciencia, Salud Sin Bulos, la Asociación para proteger al enfermo de Terapias Pseudocientíficas y la Agencia SINC.
Las autoridades chinas han dado el visto bueno para que comiencen los ensayos en fase 1, en la que se prueba la seguridad en personas, de una vacuna experimental contra el COVID-19. Mientras, continúa la carrera mundial por desarrollar una solución contra esta epidemia que ha matado a más de 8.000 personas en todo el mundo.
Científicos de EE UU han analizado cuánto permanece el nuevo coronavirus en varios materiales de uso común. En los aerosoles del aire son estables hasta tres horas, cuatro horas en el cobre, un día entero en el cartón y hasta dos o tres días en el plástico y el acero inoxidable.
Lo que empezó como una conversación por WhatsApp entre tres colegas de los ámbitos de la innovación, la biomedicina y la ingeniería, ahora es el foro de Ayuda Innovadora a la Respiración (AIRE). Se acaba de crear para buscar soluciones de código abierto, rápidas y baratas para ventilación en pacientes del coronavirus y ya cuenta con 230 participantes en España.
Desde que estalló la epidemia del SARS-CoV-2, la salud y el bienestar de las personas han estado en el punto de mira pero, ¿qué ocurre con nuestros animales de compañía? A pesar de haber detectado un caso de coronavirus en un perro sin síntomas en China, por ahora no existen evidencias de que las mascotas contagien ni sean infectadas por el virus. Los expertos recuerdan, además, que el abandono nunca es la solución.
Las medidas de control para superar la pandemia de COVID-19 afectan a unos y a otros sectores de población de manera radicalmente distinta. En la actual situación, casi distópica, se muestran con más claridad algunos determinantes sociales de la salud.
El Instituto de Salud Carlos III recibirá 25,2 millones de euros y el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC obtendrá 4,5 millones para estudiar el nuevo coronavirus y trabajar en el desarrollo de vacunas.
Esta semana, hospitales de Madrid, Barcelona y País Vasco han empezado dos estudios para tratar a los pacientes más graves por COVID-19 e intentar frenar los contagios con medicamentos que ya existen en el mercado, pero que se utilizan para tratar otras infecciones como el VIH o la malaria.