La infancia es un grupo vulnerable y las desigualdades que ya le afectaban pueden crecer en cuarentena. Así lo muestra un nuevo trabajo de la Universidad del País Vasco, que tiene en cuenta las condiciones de los hogares españoles en el bienestar de los más pequeños.
Cientos de científicos han tenido que posponer o incluso cancelar sus proyectos de investigación. A largo plazo, la crisis de la COVID-19 podría crear una brecha en los niveles de producción científica, pero los investigadores, preocupados por la situación económica, esperan que este parón no frene las inversiones.
Investigadores del Instituto IMDEA Nanociencia están desarrollando un sensor para identificar la presencia del coronavirus SARS-CoV-2 mediante diminutas partículas de oro con ADN. Estas tiñen de rojo una disolución, pero el color desaparece con la presencia del ARN viral.
Durante estas semanas, la escuela ha reducido su función compensadora hasta hacerla casi desaparecer. Buena parte del alumnado no tiene en su casa los recursos que hacen posible el aprendizaje. Faltan ‘respiradores educativos‘. Muchos niños y niñas solo los encuentran junto a sus docentes y compañeros.
Una carta de dos ecólogos del Instituto Nacional de Investigación de la Amazonía, que se publica hoy en Science, pide al Gobierno de Bolsonaro que tome medidas para salvaguardar a las comunidades indígenas, que son más susceptibles a epidemias y carecen de la asistencia médica básica.
Un grupo de investigadores españoles ha puesto en marcha la Acción Matemática contra el Coronavirus para ayudar a predecir el número de personas que se contagiarán, hospitalizarán, saldrán adelante o fallecerán por COVID-19. La incertidumbre sobre el número actual de infectados es el principal escollo, según explica uno de los participantes en este proyecto colaborativo.
Los que conocen la historia de las enfermedades infecciosas saben que la epidemia actual por SARS-CoV-2 no es un fenómeno raro. No es necesario que científicos locos fabriquen virus para infectar a la humanidad. El estudio de varios coronavirus de los cerdos, que aparecieron en las granjas de todo el mundo desde los años 80, permite sacar varias conclusiones sobre la actual COVID-19.
La declaración del estado de alarma del pasado 14 de marzo ha logrado disminuir en un 79,5 % el número de posibles casos de COVID-19 en España, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oviedo. Si no se hubiera tomado esta medida, las infecciones confirmadas hubieran pasado de 126 a 617 mil con fecha 4 de abril.
Laboratorios de siete universidades y seis centros de investigación, militares y veterinarios han recibido la validación del Instituto de Salud Carlos III para colaborar en el diagnóstico de la COVID-19 mediante test PCR. El proceso de evaluación para incorporación de nuevos centros continúa y podría alcanzar la cifra de 50, según el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas analiza datos masivos anónimos que se están obteniendo desde operadoras de telefonía y servidores de mapas. Ayudará a explicar cómo ha cambiado la movilidad durante la pandemia y a la toma de decisiones sobre el final del confinamiento.