Un abejorro común (Bombus terrestris) en Nottingham (Reino Unido). / Jeremy Kerr
Un abejorro común (Bombus terrestris) en Nottingham (Reino Unido). / Jeremy Kerr
Las imágenes de las nubes en torno a la isla noruega de Jan Mayen muestran el intercambio de calor y humedad que enfría la temperatura del océano Atlántico / GWK Moore
Investigadores de varios centros españoles han estudiado y valorado la respuesta de las seis especies de pino españolas a las condiciones de cambio climático en las primeras fases de su desarrollo. Según los resultados del estudio, las especies de las zonas bajas y medias del Mediterráneo están más adaptadas a las condiciones térmicas previstas en las proyecciones de cambio climático para este siglo, que las de zonas altas de montaña.
La especie de coral Acropora millepora es capaz de transmitir de generación en generación los genes resistentes al calor a través de su ADN. Así lo revela, por primera vez, un equipo internacional de científicos que ha descubierto que algunos de estos organismos se benefician de un proceso evolutivo a través del cual ciertas especies tienen mayor facilidad para adaptarse al calentamiento global.
Las náyades o mejillones de río (Margaritifera margaritifera), muy abundantes en el noroeste español hace un siglo, casi han desaparecido por completo en la cuenca del Duero. Los últimos estudios de investigadores de la Universidad de Salamanca alertan de la inexistencia de ejemplares jóvenes que garanticen su continuidad en las próximas décadas. El cambio climático y las alteraciones que el ser humano ha provocado en los ríos parecen estar detrás de la decadencia de esta especie, directamente dependiente de peces como el salmón o la trucha.
La consulta ciudadana internacional World Wide Views Clima y Energía muestra la preocupación de los ciudadanos españoles por el clima. Los datos de la consulta, en la que participaron 8.000 personas y 80 países, indican que el 80% de los españoles encuestados cree que el cambio climático debería ser una prioridad para el Gobierno.
Un nuevo estudio calcula que el potencial de los cambios provocados por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) disminuiría en un 20% las emisiones de carbono previstas para dentro de 15 años y aumentaría en más de 11 billones de dólares los nuevos beneficios económicos. Los investigadores también afirman que 1.600 millones de personas podrían tener atención sanitaria on line y que los rendimientos agrícolas subirían un 30%.
Según varios estudios, encargados de recoger la temperatura global, en los últimos quince años –coincidiendo con el inicio del siglo XXI–, el calentamiento del planeta se ha estabilizado. Este fenómeno es lo que se conoce como el hiato del clima. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere ahora que no existe una disminución apreciable en la tasa de calentamiento entre la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del nuevo siglo.