La alta montaña mediterránea atesora una gran biodiversidad de plantas pero su persistencia está seriamente amenazada por el cambio climático. Al estudiar las interacciones de la vida vegetal, un equipo de la Universidad de Valladolid ha descubierto, a partir del estudio de los anillos de crecimiento de los árboles, que la sabina rastrera (Juniperus sabina L.) favorece el crecimiento de otras plantas de muy diversas formas y a distintos niveles. El trabajo aporta información de gran interés para la conservación de este ecosistema.
Dos institutos catalanes de investigación han medido con varios satélites el hundimiento del Delta del Ebro durante las dos últimas décadas. Los resultados del estudio, que ha contado con fondos europeos, revelan una tasa de subsidencia de 0,3 centímetros anuales, un valor similar al de otros deltas del mundo.
Un estudio realizado en 24 países, entre ellos España, revela una nueva forma de implicar a la ciudadanía para que luche contra el cambio climático: que piense en los beneficios futuros de tener un planeta menos contaminado. La investigación, en la que participa la Universidad Complutense de Madrid, refleja cómo el desarrollo económico y científico, junto al hecho de pertenecer a una sociedad más benévola, son los factores que más motivan a los ciudadanos.
Algunos seres vivos establecen relaciones entre sí de las que se benefician mutuamente. Un ejemplo es la polinización, en la que los insectos contribuyen a la reproducción de las plantas y reciben alimento como recompensa. No obstante, este proceso afecta a algunas especies de abejorros debido al cambio climático y ha provocado un descenso de los recursos florales. Asimismo, ha obligado a insectos que polinizan flores con corolas de tubo largo a adaptarse y disminuir sus lenguas.
Las zonas tropicales albergan la mayor parte de la biodiversidad del planeta, pero hasta ahora existían pocos estudios que demostraran el impacto del cambio climático en las plantas tropicales de montaña. Un equipo internacional de científicos revela que en los últimos 200 años la flora del volcán Chimborazo en Ecuador ha ascendido de media 500 metros debido a los cambios ambientales.
La elevada frecuencia y magnitud de las erupciones volcánicas podría haber sido la causa del enfriamiento progresivo de la temperatura de la superficie de los océanos a lo largo de 1.800 años. Así se desprende de un estudio internacional participado por el investigador P. Graham Mortyn del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales y del departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona, publicado recientemente en la revista Nature Geoscience.
El cambio climático, la contaminación del aire, los incendios, las plagas y los cambios inducidos por la actividad del ser humano están deteriorando la salud de los bosques de todo el planeta. La revista Science recopila una serie de estudios en los que se examina cómo estas alteraciones están afectando a las masas forestales del mundo, desde los exuberantes y variados bosques tropicales hasta los antiguos y resistentes ecosistemas boreales del hemisferio norte.
Un nuevo cálculo de las emisiones de dióxido de carbono de China por la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento reduce en 2,49 gigatoneladas la cantidad anteriormente estimada para el año 2013. Este método utiliza fuentes independientes más fiables y tiene en cuenta factores como la calidad del carbón consumido.
Hace entre 20 y 25 millones de años, Norteamérica pasó de ser un lugar boscoso con clima cálido a una llanura de grandes extensiones con clima seco y frío. Este cambio en la vegetación afectó a la evolución de los cánidos, que se volvieron más gráciles y estilizados al cambiar sus métodos de caza. Así lo revela un estudio internacional liderado por un científico español.