El primer estudio sobre las contribuciones de los ecosistemas a la humanidad refleja que la capacidad de la naturaleza para satisfacer las necesidades de la gente está disminuyendo. El informe asegura que dentro de 30 años, más de 5.000 millones de personas –en la actualidad viven 7.600 millones– sufrirán la inseguridad alimentaria, la contaminación del agua y el aumento de tormentas costeras.
El estrecho de Gibraltar es un lugar de migración por cielo y mar. Miles de pájaros se reúnen allí para cruzar el océano hacia África. Torres eléctricas y molinos eólicos salpican el paisaje y dificultan su vuelo. Otra amenaza que no se percibe a simple vista, la del calentamiento global, está cambiando las rutas y la vida de estas especies.
Cuando en verano de 2018 Greta Thunberg, de 15 años entonces, empezó a faltar al colegio para manifestarse frente al parlamento sueco, pocos imaginaron que lograría poner en marcha a los millones de jóvenes que ahora se congregan cada viernes, como hoy en la Huega Mundial por el Clima. ¿Qué ha hecho que su mensaje cale más que ningún movimiento anterior?
Los océanos cada vez son más cálidos, más ácidos y menos productivos, según advierte el último Informe Especial del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) presentado esta mañana en Mónaco. Los científicos urgen priorizar acciones ambiciosas y coordinadas ante la crisis climática que está provocando cambios permanentes en el mar y la criosfera.
Las nubes son elementos clave para regular la temperatura del planeta. Por eso, un total de 600 investigadores se embarcan en una expedición al Ártico para estudiar el impacto de la vida marina en la formación de las mismas con el objetivo de entender mejor el calentamiento global.
Hoy se celebra la Cumbre de Acción Climática en la sede de Nueva York de la ONU. Mandatarios, grandes corporaciones y sociedad civil se reúnen a las puertas de la Huelga Mundial por el Clima convocada para el próximo viernes ante la inacción política y datos científicos que destacan la urgencia climática.
Millones de estudiantes se movilización contra el cambio climático. / Andrea Arnal
Un equipo de científicos, con participación española, ha comprobado que la utilización de biochar (biocarbón) e hidrochar (carbonización hidrotermal) puede reducir hasta un 97 % las emisiones de CO2 con respecto al uso de residuos ganaderos. Además, tras el tratamiento térmico estos materiales se convierten en fertilizantes de liberación lenta que pueden aumentar el rendimiento de los cultivos.
Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Rey Juan Carlos, revela que la descongelación del permafrost en el Ártico está provocando la desaparición de materia orgánica, antes protegida por las bajas temperaturas. La investigación destaca la importancia de medir estas consecuencias para comprender mejor cómo está afectando el cambio climático.
El cambio climático está alterando los ecosistemas de la Tierra de múltiples maneras, con consecuencias a menudo dramáticas. Muchas plantas y animales ya están afectados. Un estudio en lacértidos indica que algunas especies de lagartijas adaptadas a la alta montaña se enfrentarán a problemas como la perdida de hábitats y competencia de otras especies con el cambio climático.