Un proyecto internacional denominado ArchaeoGLOBE reconstruye cómo se han usado los suelos en todo el mundo desde la revolución neolítica y su impacto en los ecosistemas. Los datos revelan un planeta intensamente transformado por cazadores-recolectores, agricultores y pastores hace ya 3.000 años, mucho antes de lo propuesto tradicionalmente
Un equipo internacional ha demostrado, por primera vez, que la crisis climática está modificando la magnitud de las inundaciones a escala europea. En España se observa una disminución de la magnitud de este fenómeno, salvo para las cuencas más pequeñas. En ese caso, tormentas cortas e intensas como las de Madrid esta semana provocarán más inundaciones pluviales en zonas urbanas.
Las praderas, además de alimentar al ganado, absorben hasta el 30 % del carbono que se emite a escala mundial. Sin embargo, estos ecosistemas están en peligro por los efectos de la crisis climática, según un estudio internacional que ha observado cómo la actividad humana está cambiando las especies vegetales que las conforman.
Aunque la quema de combustibles fósiles es lo que recibe mayor atención, el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU advierte que para frenar el calentamiento global es esencial la reducción del consumo de carne, además de medidas en contra de la deforestación y en favor del uso sostenible de la tierra.
El calentamiendo de los océanos y la sobrepesca están provocando cambios en el ecosistema marino que aumentan los niveles de mercurio en los peces, según un estudio liderado por la Universidad de Harvard. Las altas concentraciones de este metal tóxico producen, entre otras cosas, neurotoxicidad y trastornos en el desarrollo de los fetos.
En Groenlandia, Alaska, la Antártida y otras zonas del mundo, los glaciares marinos –aquellos que terminan en el mar– están en constante movimiento. Un nuevo método ha logrado medir por primera vez de forma directa la fusión submarina de estas masas y revela que se produce más rápido de lo que se pensaba.
El clima de los últimos dos mil años no ha registrado un cambio global de las temperaturas como el que se está experimentando en la actualidad. Así lo demuestran varios estudios internacionales, con participación española, que han reconstruido y comparado los datos de temperatura de diferentes periodos y concluyen que en la era común ninguna otra alteración del clima como la actual fue global y simultánea en el mundo.
Un equipo internacional de científicos, con participación del CSIC, ha analizado los cambios morfológicos y las alteraciones en los ciclos biólogicos de los animales en respuesta al aumento de las temperaturas. El trabajo, centrado particularmente en las aves, pone de manifiesto que algunas especies están adelantando su ciclo reproductivo, lo que no supone una ventaja adaptativa.
Hace entre 11.000 y 6.000 años, los cazadores-recolectores europeos del Mesolítico experimentaron cambios climáticos que les obligaron a modificar el diseño de los microlitos, unas pequeñas herramientas de piedra, como puntas de flecha y púas, que se tallaban para cazar.
Investigadores andaluces han simulado las condiciones del calentamiento global en dos variedades de olivas en condiciones de reales de campo. Los expertos concluyen que una subida de 4 ºC de temperatura reduce la cantidad de fruto, se adelanta la maduración y se obtiene menos aceite.