Millones de estudiantes se movilización contra el cambio climático. / Andrea Arnal
Un equipo de científicos, con participación española, ha comprobado que la utilización de biochar (biocarbón) e hidrochar (carbonización hidrotermal) puede reducir hasta un 97 % las emisiones de CO2 con respecto al uso de residuos ganaderos. Además, tras el tratamiento térmico estos materiales se convierten en fertilizantes de liberación lenta que pueden aumentar el rendimiento de los cultivos.
Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Rey Juan Carlos, revela que la descongelación del permafrost en el Ártico está provocando la desaparición de materia orgánica, antes protegida por las bajas temperaturas. La investigación destaca la importancia de medir estas consecuencias para comprender mejor cómo está afectando el cambio climático.
El cambio climático está alterando los ecosistemas de la Tierra de múltiples maneras, con consecuencias a menudo dramáticas. Muchas plantas y animales ya están afectados. Un estudio en lacértidos indica que algunas especies de lagartijas adaptadas a la alta montaña se enfrentarán a problemas como la perdida de hábitats y competencia de otras especies con el cambio climático.
Un proyecto internacional denominado ArchaeoGLOBE reconstruye cómo se han usado los suelos en todo el mundo desde la revolución neolítica y su impacto en los ecosistemas. Los datos revelan un planeta intensamente transformado por cazadores-recolectores, agricultores y pastores hace ya 3.000 años, mucho antes de lo propuesto tradicionalmente
Un equipo internacional ha demostrado, por primera vez, que la crisis climática está modificando la magnitud de las inundaciones a escala europea. En España se observa una disminución de la magnitud de este fenómeno, salvo para las cuencas más pequeñas. En ese caso, tormentas cortas e intensas como las de Madrid esta semana provocarán más inundaciones pluviales en zonas urbanas.
Las praderas, además de alimentar al ganado, absorben hasta el 30 % del carbono que se emite a escala mundial. Sin embargo, estos ecosistemas están en peligro por los efectos de la crisis climática, según un estudio internacional que ha observado cómo la actividad humana está cambiando las especies vegetales que las conforman.
Aunque la quema de combustibles fósiles es lo que recibe mayor atención, el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU advierte que para frenar el calentamiento global es esencial la reducción del consumo de carne, además de medidas en contra de la deforestación y en favor del uso sostenible de la tierra.
El calentamiendo de los océanos y la sobrepesca están provocando cambios en el ecosistema marino que aumentan los niveles de mercurio en los peces, según un estudio liderado por la Universidad de Harvard. Las altas concentraciones de este metal tóxico producen, entre otras cosas, neurotoxicidad y trastornos en el desarrollo de los fetos.
En Groenlandia, Alaska, la Antártida y otras zonas del mundo, los glaciares marinos –aquellos que terminan en el mar– están en constante movimiento. Un nuevo método ha logrado medir por primera vez de forma directa la fusión submarina de estas masas y revela que se produce más rápido de lo que se pensaba.