Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Politécnica de Madrid, ha realizado un estudio exhaustivo de los planes de mitigación y adaptación al cambio climático que existen en 885 ciudades distribuidas en los 28 estados miembros de la UE.
Los glaciares se derriten, las playas desaparecen, las precipitaciones son cada vez más intensas, las regiones se desertifican y muchas especies de animales y plantas están al borde del abismo. No, no hablamos de lo que está pasando en algún país lejano. Estos son ya los impactos del cambio climático en España.
El aumento de temperaturas en el mar acelera la llegada de especies exóticas, con carácter invasivo. / Ernesto Azzurro
Las algas marinas son muy apreciadas por buceadores recreativos y son el hogar de especies de interés pesquero. / Joaquim Garrabou
A cuatro días del comienzo de la Cumbre del Clima (COP25) que se celebra en Madrid, el Parlamento Europeo ha aprobado hoy en su sesión plenaria una resolución que declara la emergencia climática y ambiental tanto en Europa como, de forma global, en todo el mundo. El continente se convierte así en el primero en hacerlo.
Chile estaba preparado para albergar la cumbre del clima y mostrar al mundo el desarrollo de su economía verde, pero el estallido de las protestas sociales ha hecho patente una realidad socioambiental que dista de ser sostenible.
Las zonas de sacrificio están rodeadas de fábricas e industrias contaminantes. / ©EFE/Alberto Valdés
Vista panorámica de Santiago de Chile con altos niveles de contaminación. / ©EFE/Alberto Valdés
Si las emisiones de gases de efecto invernadero no caen de 7,6 % cada año entre los años 2020 y 2030, los países no alcanzarán el objetivo de limitar el aumento de temperaturas en 1,5 ºC, tal y como establece el Acuerdo de París. Esta es la principal conclusión de un nuevo informe presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El cambio climático no afecta a todos por igual, ni a los países ni a las personas. Diversos estudios muestran que las mujeres no solo son más vulnerables al aumento de temperaturas, sino que además su capacidad para adaptarse se ve mermada por factores sociales.