Investigadores del Instituto de Neurociencias, centro mixto del CSIC y la Universidad Miguel Hernández, han identificado un nuevo tipo de neurona: las barrier-cells, responsables de integrar la información sobre la geografía de nuestro entorno. El trabajo ayuda a entender mejor el circuito cerebral implicado en la codificación del espacio.
Las células del cerebro responsables de detectar y reparar el daño cerebral se renuevan a sí mismas más rápidamente de lo que se pensaba, según un estudio de la Universidad de Southampton (Reino Unido). Estas células, denominadas microglía, tienen hasta seis ciclos de renovación en la vida de una persona.
Un nuevo estudio de la Universidad George Washington (EE UU) desafía las teorías clásicas que señalan que la evolución dental y la cerebral en nuestros antepasados más remotos ocurrió de forma paralela. Los datos de la investigación, liderada por la española Aida Gómez-Robles, muestran que no existe ningún vínculo entre la evolución del tamaño del cerebro y el de los dientes en los homininos.
Un cerebro grande mejora la capacidad de ajustar el comportamiento a situaciones nuevas mediante el aprendizaje, lo que facilita obtener recursos en ambientes que cambian constantemente. Así lo confirma un estudio científico que pretende entender esta capacidad en las aves para predecir qué especies de pájaros y otros animales serán más vulnerables al cambio global.
Un estudio muestra por primera vez cómo la maternidad biológica altera zonas del cerebro relacionadas con las relaciones sociales. Los científicos creen que estos cambios, que los padres no experimentan, dejan intactas las capacidades intelectuales de la mujer y mejoran su habilidad para proteger a la criatura hasta dos años después del parto.
El sistema de recompensa cerebral de las personas obesas muestra una mayor activación ante un estímulo de comida que ante una recompensa económica, según un estudio de la Universidad de Granada que ha empleado técnicas de resonancia magnética.
Un nuevo estudio explica los mecanismos cerebrales que explican la anhedonia musical específica, es decir, la falta de sensibilidad a la música. El estudio, publicado en la revista PNAS, da pistas sobre la importancia de la música a nivel evolutivo según la conexión entre las áreas auditivas y emocionales del cerebro.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos han desarrollado un sistema, llamado ViSimpl, que permite analizar la actividad de distintas zonas del cerebro. El avance abre nuevas posibilidades para estudiar este órgano y enfermedades asociadas, como el Alzheimer.
La insalvable barrera hematoencefálica impide la entrada de microorganismos en nuestro cerebro, pero también la de medicamentos que podrían ayudar a tratar el párkinson, el alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Ahora un físico español y otros investigadores de la Universidad de Columbia (EE UU) han conseguido colocar esas sustancias en diminutas burbujas lipídicas de tal forma que se pueden liberar, mediante ultrasonidos, justo en el área cerebral donde se necesiten.
Un equipo científico suizo ha logrado que dos macacos recuperen el control de una pierna paralizada a los seis días de haber sufrido una lesión medular. Una parte de su dispositivo inalámbrico ha comenzado a probarse en un estudio de viabilidad en humanos con lesión parcial de la médula espinal.