Las células humanas, una vez que se rebelan, no son menos “hábiles” que un virus o una bacteria. Por eso, cuando las piezas del organismo comienzan a reproducirse sin control originando un tumor, también pueden desarrollar mecanismos de resistencia. Investigadores de la Universidad de Oviedo han detenido en el tiempo células tumorales vivas para detectar cuándo y cómo se hacen inmunes a ciertos fármacos.
Con motivo su participación como oyente en el congreso The energy of cancer que se desarrolla esta semana en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid, SINC habla con el investigador estadounidense que en 1962 recibió con Francis Crik el premio Nobel por reconocer, a partir del trabajo de visualización de Rosalin Franklin, la estructura del ADN.
El ritmo biológico día-noche se denomina ciclo circadiano y provoca que determinados órganos y tejidos estén más activos a ciertas horas que a otras. Este ritmo circadiano está regulado por un reloj biológico localizado en el cerebro pero que se extiende a todas las células de nuestro organismo, quizás como un mecanismo de reminiscencia mantenido a lo largo de la evolución desde los tiempos en los que éramos una sola célula. La alteración de estos ciclos de sueño y vigilia está asociada con problemas de salud en los seres humanos. Si nos fijamos en el cáncer, sabemos que sus células no respetan estos ciclos circadianos y están siempre activas, es decir, “despiertas”.
En el XII Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que se celebra en Barcelona del 21 al 23 de octubre, expertos de cáncer hereditario han presentado estudios que demuestran por primera vez que hay mutaciones fundadoras en el gen MLH1 en las familias con cáncer colorrectal hereditario no polipósico (CCHNP). Esto supone un gran cambio en la asistencia de estas familias porque modifica el diseño de las estrategias de diagnóstico genético.
El Laboratorio de Péptidos y Proteínas ubicado en el Centro de Investigación Príncipe Felipe y puesto en marcha de forma conjunta entre el CIPF y el CSIC, ha participado en la identificación de un mecanismo implicado en la regulación de la muerte celular. Un importante avance en la búsqueda de fármacos y terapias más eficaces para el tratamiento de enfermedades como el cáncer.
Un nuevo artículo analiza la evolución genética de los tumores de mama. Los hallazgos, que serán publicados mañana en la revista Nature, ayudarán a los investigadores a comprender los cambios que se producen en los tumores a medida que progresa la enfermedad.