Beber al menos una taza de té verde al día puede modular el efecto del tabaco en el riesgo de cáncer de pulmón. Ésta es la conclusión de un estudio realizado en la Universidad Médica Chung Shan de Taiwan, que se ha presentado en la Conferencia de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer sobre los Orígenes Moleculares del Cáncer de Pulmón, que se celebra esta semana en Colorado (EEUU).
La investigación se realizó con 170 pacientes con cáncer de pulmón y 340 pacientes sanos, y combinó cuestionarios sobre hábitos de consumo con análisis genéticos. En todos los participantes, los que no bebían té verde tenían un riesgo 5,16 veces mayor de tener cáncer de pulmón frente a los que bebían al menos una taza de té verde al día. Entre los fumadores, los que no bebían té tenían 12,72 veces más riesgo de cáncer frente a los que tomaban al menos una taza al día. Los investigadores sospechan que la genética puede tener un papel importante, ya que los bebedores de té y portadores de determinados factores de crecimiento insulínicos reportaron una reducción de un 66% del riesgo de cáncer de pulmón, comparado con quienes no tenían estos genotipos.