Investigadores australianos han publicado en el último número de la revista Science un trabajo en el que determinan el origen del cáncer que amenaza la supervivencia de los demonios de Tasmania (Sarcophilus harrisii). El estudio demuestra que la enfermedad se origina en las células de Schwann que protegen las fibras nerviosas periféricas. Los científicos esperan así reducir la mortalidad de esta especie que está desapareciendo.
Demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) sano.
Investigadores de la UCM y del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona han revisado más de 440 artículos científicos para analizar las evidencias descritas en ellos bajo una nueva luz, el papel de los neutrófilos en el control y potencial cura del crecimiento tumoral. Este estudio de revisión supone un respaldo a una nueva perspectiva en la investigación oncológica.
Investigadores brasileños han realizado el primer estudio de autopsia para examinar las causas exactas de la muerte en víctimas de la gripe A (H1N1). Los resultados del estudio, que serán publicados en la edición de enero de la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, revelan que tres cuartas partes de los pacientes presentaban enfermedades subyacentes como cardiopatía o cáncer.
Células tumorales (en malva) atacadas por neutrófilos (en rojo). Foto: UCM.
El equipo de Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), ha descubierto una relación entre los síndromes de sobrecrecimiento y la aparición de cáncer. El estudio explica cómo la alteración del gen NSD1, responsable de la enfermedad de sobrecrecimiento denominado síndrome de Sotos, también está implicada en la aparición de los gliomas y los neuroblastomas, tumores del sistema nervioso.
Los hallazgos de estos estudios, publicados hoy en la revista Nature, muestran una visión única de la lucha entre los mecanismos de mutación y reparación del ADN que suceden cuando la enfermedad progresa. Los investigadores confirman cómo el medio ambiente influye en la progresión del cáncer, y señalan las posibles vías de reparación que intentan limitar el daño.
Células cancerígenas de melanoma.
El dispositivo filtra la sanfre y la transfiere a los nanosensores de un chip, que puede detectar y medir los marcadores del cáncer.