Pollos de autillo (Otus scops).
Los alimentos bajos en sal pueden saber más salados a unas personas que a otras. Así lo indica una investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE UU) y publicada en la revista Physiology & Behavior, que señala cómo la genética tiene su parte de influencia en la cantidad de sal que nos gusta en los alimentos.
El centro tecnológico vasco Neiker-Tecnalia, en colaboración con la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU, ha demostrado el interés del aporte de alperujo como suplemento en la dieta de las ovejas lecheras para los periodos en los que no hay pasto. Los análisis realizados muestran que las ovejas alimentadas con alperujo (subproducto que se obtiene de la aceituna tras ser molida y prensada) producen leche con características más saludables, ya que presenta una gran concentración de ácidos grasos insaturados, superior a la producida por los mismos animales antes de alimentarse con este subproducto. Por tanto, el alperujo se muestra como un complemento alimenticio interesante para este tipo de ganado.
Una canario hembra alimentando a su cría.
En la imagen, un plato de iguanas.
Al margen del debate generado en torno al uso o no de escáneres corporales en aeropuertos, la tecnología empleada y las aplicaciones que este tipo de cámaras de imagen pueden alcanzar presentan un futuro muy prometedor. Así lo señalan los responsables de los dos Grupos de Investigación de la Universidad Pública de Navarra que desde hace diez años trabajan en el desarrollo de la tecnología necesaria para la captación de imágenes en el rango de los Teraherzios