Científicos del instituto IPHES, la Universidad de Barcelona, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) y otros centros han dado a conocer 54 restos neandertales correspondientes al menos a tres individuos: una mujer, un joven y un niño.
Un equipo de investigadores ha identificado restos neandertales de hace 50.000 años procedentes del yacimiento de la Cova Simanya (Sant Llorenç Savall), situado en el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i de l’Obac (Barcelona). Se trata de 54 restos correspondientes al menos a tres individuos, un adulto, un joven y un niño, que han sido presentados este martes en un acto en el Museu d’Arqueologia de Catalunya, en Barcelona.
Los resultados, liderados por los investigadores Juan Ignacio Morales, del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), Artur Cebrià, de la Universidad de Barcelona, codirectores de la excavación, y por el paleoantropólogo Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), se publican en la revista Frontiers in Earth Science.
Los restos corresponden a tres individuos: un adulto, probablemente una mujer, un joven de unos 11 o 12 años y un niño de unos 7 – 8 años.
"Destaca especialmente el individuo adulto, del cual se han identificado restos de ambos brazos; entre ellos hay un húmero entero y una mano prácticamente completa, y también de los pies, además de diferentes vértebras y costillas", comenta Rosas, director del Grupo de Paleoantropología del MNCN-CSIC.
También se han identificado hasta 10 piezas dentales y un fragmento de mandíbula. Dos de estos dientes pertenecen al joven y los ocho restantes pueden ser compatibles con el adulto, aunque "no se puede descartar la posibilidad de que correspondan a más individuos", añade.
El conjunto presenta rasgos anatómicos inequívocos que permiten adscribirlo a los neandertales. Estos detalles no solo ayudan a diferenciar a estos individuos de otras especies del género Homo, sino que, además, permiten entender mejor la filogeografía de los neandertales que poblaron Europa antes de la llegada de nuestra especie Homo sapiens.
“Las primeras dataciones realizadas indican que la presencia de neandertales en la Cueva Simanya es más antigua que el límite del carbono 14; es decir, anterior a los 50.000 años”, indica Morales. Actualmente se están llevando a cabo técnicas de datación alternativas que deberían permitir determinar la antigüedad de los restos con una mejor precisión.
Junto con el uso de la cueva por parte de los neandertales, los trabajos de campo han permitido constatar que el lugar también sirvió de refugio de hibernación tanto para el oso pardo como para el oso de las cavernas; un uso que se prolongó como mínimo hasta hace 42.000 años.
“Mucho tiempo después, la cueva fue utilizada de manera esporádica desde el Neolítico hasta tiempos mucho más recientes”, comenta Morales.
La Cova Simanya cuenta con más de 300 metros de recorrido y, por su accesibilidad, ha sido una de las cuevas más conocidas y visitadas de Catalunya.
El estudio de un conjunto de materiales depositados en las instalaciones del Museu d’Arqueologia de Catalunya procedentes de unas intervenciones de los años 1978-79 alertó a los investigadores de la presencia de restos neandertales en la Cova Simanya.
En el año 2020 se inició un proyecto de investigación cuyos objetivos son el estudio de los restos fósiles humanos y su contexto arqueo-paleontológico.
Los trabajos de excavación recientes han permitido reconstruir el origen y la historia de los restos neandertales, así como la recuperación de otros nuevos. Asimismo, las herramientas de piedra recuperadas, los huesos de animales procesados por los neandertales y las hogueras documentadas sugieren que la Cova Simanya fue un enclave significativo para las poblaciones del Paleolítico medio.
La proximidad de la Cueva Simanya con otros yacimientos arqueológicos del Paleolítico medio como las Coves del Toll (Moià), el Abric Romaní (Capellades) o la Cova Gran de Collbató, evidencia claramente que la Cataluña central fue un territorio clave para las actividades y asentamientos de los neandertales durante el Pleistoceno superior.
En las próximas campañas de excavación, el equipo tiene previsto continuar con los trabajos en el complejo kárstico de Simanya, incluyendo la Cova del Triangle y la Cova de la Canal, situadas a escasos 50 metros, con el objetivo de conocer con más profundidad el poblamiento prehistórico en este territorio clave.
Además de investigadores del IPHES (CERCA), la UB y el MNCN, en el estudio también han participado otros de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Alicante, el Institut de Biologia Evolutiva de la Universitat Pompeu Fabra-CSIC, l’Institut Català de Paleontologia, el Museu de Ciències Naturals de Barcelona y la Universidad de Bolonia (Italia).
Desde un punto de vista institucional, estos resultados son producto de las sinergias y trabajo coordinado entre el departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, a través del Servei d’Arqueologia y del Museu d’Arqueologia de Catalunya, y la Diputació de Barcelona a través del Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i de l’Obac.
La investigación arqueológica en la Cueva Simanya se enmarca en el proyecto cuatrienal ARQ001SOL-172-2022 "Transicions culturals durant el Plistocè i l’Holocè al litoral-prelitoral de Catalunya", vinculado al Seminari d’Estudis i Investigacions Prehistòriques de la UB, y aprobado por el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya; del proyecto PID2021-122356NB-I00 del MNCN-CSIC; y de la Fundación Palarq. Las excavaciones cuentan con el apoyo y financiación del Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i de l’Obac y de la Diputació de Barcelona, los cuales han procedido a proteger el yacimiento y a organizar visitas guiadas.