No es de extrañar que la web de SINC sea una de mis pestañas favoritas en el navegador, uno de los iconos más pinchados en mi smartphone y uno de los medios más citados en mis piezas de radio.
Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha evaluado la robustez de las cadenas tróficas polares frente a posibles impactos climáticos. Según sus conclusiones, el ecosistema ártico es más vulnerable al efecto de cascada trófica porque cuenta con mayor número de depredadores.
Una ‘nube translingüística’ que facilite las traducciones, herramientas para la ‘e-participación’ ciudadana y asistentes interactivos con capacidades sociales son los tres temas en los que se deberían centrar la investigación e innovación para favorecer la comunicación en Europa. Así lo refleja el último informe de la red de excelencia europea META-NET, que destaca la ventaja competitiva que supone la diversidad.
La misión de SINC va más allá de informar, y sirve para mejorar el periodismo científico español. Puede ser un laboratorio de pruebas tanto para temas y enfoques innovadores como para nuevos talentos.
SINC ha servido para que muchos investigadores dejen de mirar a los periodistas con recelo, al ver que su trabajo se difunde con rigor, de una forma atractiva y sencilla, y huyendo del sensacionalismo.
SINC ha sabido convertirse en algo más que una agencia. En la selección –en ocasiones, casi hallazgo– de ciertos temas y en algunos enfoques y titulares, leo –oigo– voces personales que diferencian. Destellos de un sello propio, más allá de la ágil corrección de una agencia de noticias.
SINC ha logrado convertirse en ese 'Eurekalert' español que nos faltaba, y es una fuente a la que recurrimos muchos periodistas científicos para enterarnos de lo que se está 'cocinando' en los laboratorios de nuestro país.
Químicos de la Universidad de Burgos han fabricado una lámina que cambia de color en presencia de aguas contaminadas con mercurio. El resultado se observa a simple vista, pero si se fotografía la membrana con el móvil, se puede cuantificar la concentración de este metal sumamente tóxico.