El 8 de agosto de 1916 se inauguraba cerca de las cataratas del Niágara, en Canadá, el Spanish Aerocar inventado por el ingeniero cántabro Leonardo Torres Quevedo. Desde entonces ha transportado a más de diez millones de turistas sobre un tumultuoso remolino del río sin un solo accidente. Teleféricos de todo el mundo siguen usando en la actualidad esta centenaria tecnología.
A comienzos de 2016, el interior de la bicicleta de ciclocrós de Femke Van den Driessche confirmó el rumor: había dopaje mecánico. La historia de esta belga de 19 años y su positivo por fraude tecnológico en el mundial de Zolder (Bélgica) destapaba prácticas de las que se sospechaba desde hacía un lustro. Motores insertados en los cuadros y ruedas electromagnéticas son la nueva amenaza para un deporte siempre en el límite del reglamento y que celebra ahora una de sus grandes citas: el Tour de Francia.
Investigadores de la Universidad de Málaga han desarrollado un sistema que permite estirmar el estado de la carretera, en tiempo real, con los sensores que incorporan de serie los propios vehículos. Se aplica un algoritmo que obtiene el deslizamiento óptimo de la superficie por donde circulan, un parámetro que sirve a los dispositivos de seguridad activa y los controles de conducción automática para reaccionar de forma más rápida ante situaciones inesperadas.
El neumático, un invento que se adelantó a su tiempo. /Sinc