El nuevo túnel ferroviario de San Gotardo, que atraviesa los Alpes, ha sido inaugurado y se convierte en el más largo y profundo del mundo.
Con 57 kilómetros de recorrido y ubicado a 2.300 metros por debajo de la masa rocosa, está dotado de la tecnología necesaria para que lo crucen trenes de alta velocidad.
Una vez que entre en funcionamiento pleno, con recorridos regulares a partir del próximo 11 de diciembre, el nuevo pasaje ferroviario permitirá la circulación diaria de 325 trenes, de los que unos 260 podrán ser de carga y 65 de pasajeros.
El objetivo ahora es que Suiza y la UE acuerden incentivos para favorecer el transporte ferroviario frente al de los camiones, que resultan más caros, requieren más tiempo y son una fuente importante de emisiones contaminantes