Un estudio de la Universitat Jaume I apuesta por un modelo de sociedad menos instrumental con la naturaleza, a la vez que por la necesidad de revisar la jerarquía de superioridad del ser humano por encima del medio ambiente.
Santiago Auserón, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense, minutos antes de conocer el resultado de su defensa de tesis / Olmo Calvo (Sinc)
Enfundado en un traje, de negro impoluto, el compositor Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), también conocido por su álter ego Juan Perro, llegaba por la mañana temprano a la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense el pasado lunes para culminar un sueño. Tras veinte años de estudio, 500 páginas de manuscrito y cuatro horas de defensa de tesis, el vocalista de Radio Futura –considerado como el mejor grupo español de los 80– se doctoró en Filosofía.
A Daniel Dennett (Boston, 1942) le gusta parecerse a Charles Darwin. Este filósofo evolucionista ha dedicado toda su vida a pensar por qué somos como somos y por qué pensamos como pensamos. Su trabajo ha recibido numerosos galardones que lo han situado como uno de los filósofos de la ciencia contemporáneos con más influencia internacional. Pero si le dan a escoger, prefiere colarse en una charla de ciencia que en una de filosofía.
El sevillano Emilió Lledó ha obtenido el premio Princesa de Asturias en la categoría de Comunicación y Humanidades. Entre su obra destaca el análisis de la filosofía a través de la lengua y la historia y es catedrático en las universidades de La Laguna y Central de Barcelona. El otro finalista ha sido el historiador y filósofo mexicano Miguel León-Portilla.
A finales del siglo XIX un grupo de 13 mujeres, conocidas como ‘las calculadoras’, se dedicaban a contar y clasificar estrellas en el Observatorio Astronómico de Harvard. Realizaban un trabajo tedioso y mecánico que, sin embargo, ayudó a sentar las bases de la astrofísica moderna. Durante mucho tiempo, estas científicas estuvieron olvidadas. Eulalia Pérez Sedeño, investigadora del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, pone este y otros ejemplos para explicar que la historia de la ciencia a menudo se ha escrito sin tener en cuenta la contribución de las mujeres.
Después de la II Guerra Mundial, los dirigentes políticos tomaron nota de la importancia que tenía el conocimiento científico para el ejercicio pleno de la ciudadanía. De esa preocupación nacieron disciplinas como la ‘comprensión pública de la ciencia’, una de las áreas de trabajo de José Antonio López Cerezo. Catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Oviedo, este investigador indaga en las relaciones que se producen entre ciencia, tecnología y sociedad y reflexiona sobre qué es ser científicamente culto.
Conferencia del novelista y científico británico C. P. Snow, Las dos culturas. / SINC
El filósofo, físico y humanista Mario Bunge (Buenos Aires, 1919) defiende el pensamiento científico como arma para conocer y mejorar el mundo; sueña con construir una “sociedad de socios”, justa y democrática; y arremete contra el posmodernismo, “la filosofía de los ignorantes, reaccionarios e inmorales”. Todo esto, con tal energía y lucidez que hace olvidar que tiene 94 años.