Contribuir a que el sector de alimentos y bebidas lleve a cabo una producción, transformación y distribución de sus productos de una forma medioambientalmente sostenible es el objetivo del proyecto europeo SENSE. El centro tecnológico Azti-Tecnalia coordina esta iniciativa comunitaria, que se enmarca dentro del VII Programa Marco de la Unión Europea y en la que participan 23 socios, entre los que se encuentran empresas, asociaciones alimentarias y centros de investigación de 12 países europeos.
La industria agroalimentaria contribuye de manera destacada al calentamiento global del planeta y utiliza alrededor del 70% del agua fresca en el mundo. Datos como estos ponen de manifiesto la necesidad de contar con herramientas que ayuden a reducir el impacto ambiental de las bebidas y alimentos a lo largo de su cadena productiva, abarcando desde la producción y transformación, hasta su distribución comercial.
El proyecto SENSE (Sostenibilidad Ambiental Armonizada para la Cadena de Alimentos y Bebidas) reúne a investigadores, productores, transformadores y distribuidores, , con el fin de lograr una metodología armonizada e integral que sirva para evaluar de manera precisa y ágil el impacto ambiental de los productos alimentarios.
Los integrantes de SENSE se centrarán concretamente en crear una metodología aplicada a los sectores de zumos, lácteos, cárnicos y acuicultura, elegidos por su relevancia en el mercado europeo. La metodología resultante del proyecto SENSE deberá reunir las siguientes características: que pueda ser implantada con facilidad en empresas alimentarias independientemente de su tamaño y que, a su vez, ayude a los consumidores a identificar en el mercado aquellos productos comprometidos con la sostenibilidad del medio ambiente.
El proyecto, que se desarrollará a lo largo de 3 años, evaluará los sistemas actuales de análisis de impacto ambiental, y desarrollará un nuevo sistema simplificado para la evaluación de la sostenibilidad trazable a lo largo de la cadena de producción Se trata de conseguir un procedimiento que verdaderamente integre los tres pilares de la sostenibilidad: respeto al medio ambiente, viabilidad económica y beneficio para la sociedad.
La nueva metodología será transferida a los diferentes sectores alimentarios, así como a los actores de la cadena alimentaria. Igualmente, los consumidores también participarán diseñando el tipo de identificativo sobre los productos y el contenido informativo que permita a los ciudadanos optar por aquellos artículos más sostenibles.