Un estudio revela un nuevo método para captar la actividad alfa cerebral que combina el electroencefalograma con el modelado biofísico. Hasta ahora no se había llegado a un consenso en cuanto a la velocidad de propagación de las ondas alfa cerebrales. Los resultados se publican en la revista NeuroImage.
Uno de los aspectos más sorprendentes del cerebro humano es la fluctuación rítmica de las ondas cerebrales alrededor de 10 Hz de frecuencia, valor medible a través del electroencefalograma (EEG).
Cuando esta frecuencia se sitúa entre 8 y 13 Hz, recibe el nombre de ritmo alfa y se corresponde con un estado de relajación. Cuando un individuo se pone en estado de alerta, entonces esta frecuencia aumenta más allá de 13 Hz y se llama estado beta. Por debajo, entre 4 y 7 Hz se corresponde con un estado de sueño ligero y se llama teta, y si el sueño es más profundo se entra en estado delta, con frecuencias 0.5 y 3.5 Hz.
A pesar de la implicación de las oscilaciones alfa con el procesamiento de la percepción, en la regulación de la atención, en los procesos de la memoria de trabajo y en la inhibición selectiva de las redes que no son relevantes para una determinada tarea, su propagación espacial ha sido poco estudiada.
Un estudio coordinado por Gustavo Deco, director del Center for Brain and Cognition (CBC) e investigador ICREA del departamento de Tecnologías de la Información y Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra (DTIC-UPF), y en el que han participado Rikkert Hindriks y Michel van Putten, investigadores provenientes de centros holandeses, se muestra un nuevo método para captar la actividad alfa cerebral que combina el EEG con el modelado biofísico. Un trabajo que publican en la versión impresa de la revista NeuroImage de este mes de diciembre.
Verificar la hipótesis
Hasta ahora no se había llegado a un consenso en cuanto a la velocidad de propagación de las ondas alfa cerebrales. Electroencefalogramas hechos en humanos mostraban que las ondas viajan sobre el cuero cabelludo tanto en estado de reposo como cuando se inducen oscilaciones alfa, y que las propiedades ondulatorias correlacionan con el tiempo de reacción, lo que indica su potencial relevancia funcional.
Con el nuevo método desarrollado por los autores del estudio se demuestra que un solo ciclo de ondas alfa se propaga por el cuero cabelludo. Además, las simulaciones verifican la hipótesis de que en la propagación de la señal eléctrica intervienen axones neuronales intracorticales y no corticocorticales, como también se había postulado. La transmisión de las oscilaciones alfa a través de los surcos o circunvoluciones explican las velocidades lentas observadas a través del cuero cabelludo.
Referencia bibliográfica:
Rikkert Hindriks, Michel J.A.M. van Putten y Gustavo Deco (2014), "Intra-cortical propagation of EEG alpha oscillations". NeuroImage, 103, 444-453.