Dyspanopeus sayi, originalmente endémico de la costa atlántica norteamericana, se ha introducido de forma involuntaria en los últimos 30 años en Reino Unido, Francia, Holanda, el Mar Negro y el Adriático. Un estudio demuestra que en los últimos años este cangrejo marino se ha establecido también en el Mediterráneo occidental.
Un equipo de investigadores españoles y uno alemán presenta el primer registro del cangrejo marino americano Dyspanopeus sayi en la bahía de Els Alfacs, en el Delta del Ebro. La captura de individuos de ambos sexos, incluidas numerosas hembras ovígeras (que están incubando huevos), en diferentes localidades y en diferentes momentos confirma que se trata de una especie bien establecida y que se reproduce sin problemas en el Mediterráneo occidental.
Este nuevo cangrejo invasor es endémico de la costa nororiental de Norteamérica, desde Canadá hasta Florida. En las últimas décadas ha llegado a Reino Unido, Francia, Holanda, Mar Negro, Adriático, y ahora a la parte más occidental del mar Mediterráneo. Los investigadores barajan varias hipótesis sobre su invasión.
“Es muy difícil que haya llegado a Europa de manera natural, sin intervención humana. En el caso del Delta del Ebro puede haber llegado a través del transporte marítimo o de intercambios comerciales”, señala a SINC Guillermo Guerao, coautor del estudio que se ha publicado en Scientia Marina, e investigador en el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).
Otra posibilidad es que unos pocos individuos llegaran al Mediterráneo occidental desde la población italiana. Se trataría entonces de una introducción secundaria. “Pero para obtener más información sería necesario realizar un estudio genético amplio sobre diferentes poblaciones autóctonas y alóctonas de Dyspanopeus sayi”, comenta Guerao.
Según la investigación, los primeros ejemplares identificados se capturaron a mano mientras los investigadores recolectaban individuos de una especie autóctona de cangrejo muy abundante en el Delta del Ebro, Carcinus aestuarii. También aparecieron en la bahía de Els Alfacs entre las capturas realizadas por pescadores artesanales de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona).
Un peligro en potencia para la fauna autóctona
“Dyspanopeus sayi es una especie que tolera muy bien los cambios de temperatura y de salinidad; por lo tanto, puede colonizar zonas costeras poco profundas (de hasta 46 metros) y, en concreto, estuarios”, describe el biólogo del IRTA. No habita en ambientes de agua dulce, por lo que en el Delta del Ebro solo se ha capturado en la bahía de Els Alfacs, y queda pendiente confirmar su presencia en la bahía del Fangar.
Este cangrejo marino es una especie con un marcado dimorfismo sexual: los machos son de mayor tamaño que las hembras. Se alimentan sobre todo de moluscos bivalvos como mejillones y almejas, y utiliza sus fuertes pinzas para romper las conchas. Su actividad depredadora se produce al atardecer o en la oscuridad.
Para los investigadores, hasta el momento no se ha detectado ningún efecto significativo sobre la fauna autóctona de la bahía de Els Alfacs, aunque todavía no se ha hecho un seguimiento que incluya muestreos regulares en la zona para poder confirmarlo.
Sin embargo, “teniendo en cuenta el tipo de alimentación (bivalvos) y el efecto que ha tenido en otros lugares –en el mar Adriático ha exterminado de forma local algunas especies de presa como el mejillón Mytilus galloprovincialis y la ostra Ostrea edulis–, sería interesante realizar un seguimiento regular de la dinámica de Dyspanopeus sayi en el Delta del Ebro”, asevera Guerao.
Referencia bibliográfica:
Schubart, Christoph D.; Guerao, Guillermo; Abello, Pere. “First record and evidence of an established population of the North American mud crab Dyspanopeus sayi (Brachyura: Heterotremata: Panopeidae) in the western Mediterranean” Scientia Marina 76(1): 79-85 DOI: 10.3989/scimar.03361.16ª marzo de 2012.
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