El Centro Común de Investigación (JRC, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea (CE) publica por primera vez un atlas sobre las amenazas de la biodiversidad de los suelos en Europa. La cartografía recoge las zonas europeas más afectadas por la degradación de los suelos y sus amenazas, y se ha presentado como una referencia científica en la Conferencia Suelo, cambio climático y biodiversidad: ¿dónde estamos?, que se celebra esta semana en Bruselas (Bélgica).
El Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad del JRC ha creado este nuevo atlas para ayudar a los dirigentes políticos a tomar las decisiones correctas para proteger estos ecosistemas. Según los autores, la biodiversidad de los suelos es “esencial” para la agricultura y para el ciclo del agua y el carbono.
“Los suelos son el eslabón esencial para la biodiversidad que hace posible la vida en la Tierra y mantiene la viabilidad económica. La degradación de los suelos compromete el acceso a la alimentación, al oxígeno, al agua potable”, ha explicado Janez Potočnik, comisario europeo de Medio Ambiente.
El atlas europeo muestra por primera vez un mapa basado en indicadores sobre los ataques a la biodiversidad de los suelos. Las amenazas potenciales han sido identificadas y clasificadas por grupos de trabajo encargados de evaluar la biodiversidad de los suelos. Para ello se han tomado en cuenta varios factores de presión: el cambio en el uso del suelo, la perturbación del hábitat, la explotación humana intensiva, la aparición de especies invasoras, la erosión, la contaminación, etc.
Según Máire Geoghegan-Quinn, comisaria responsable de la investigación, la innovación y la ciencia, este atlas es “la contribución europea al Año Internacional de la Biodiversidad”. “Permitirá sensibilizar sobre la necesidad de una directiva marco sobre los suelos europeos, propuesta en 2006 por la CE, para así recuperar los daños sufridos”, ha añadido Geoghegan-Quinn.
Agricultura intensiva y densidad poblacional, principales amenazas
El trabajo, que incluye una enciclopedia sobre los organismos que viven en los suelos, propone la evaluación de las posibles amenazas partiendo de la situación actual. Los resultados demuestran que el riesgo de pérdida de biodiversidad en los suelos debido a las actividades humanas tiende a acentuarse en las zonas densamente pobladas y en zonas de agricultura intensiva.
Las regiones más afectadas se concentran en Reino Unido (en todo su territorio salvo el extremo norte), en Bélgica, Holanda y Luxemburgo, y en el norte de Francia. En otros Estados miembro, algunas regiones con las mismas características son consideradas como zonas de “alto riesgo”. Entre ellas, destaca la llanura del Pô, única región italiana en formar parte de esta categoría.