El Libro Verde sobre Protección de los Bosques e Información Forestal en la Unión Europea (UE), presentado hoy en Segovia por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), abre el debate sobre la actualización de la Estrategia Forestal de la UE, y cómo el cambio climático modifica las condiciones de la gestión y protección de los bosques europeos. Los ecologistas demandan una “acción urgente” por parte de la UE para proteger los bosques europeos.
El Libro Verde, presentado durante el acto de inauguración de la Conferencia sobre Protección de Bosques que se celebra hasta mañana en Segovia, considera las singularidades y debilidades existentes de las regiones, entre las que destacan los incendios forestales, los temporales, las avalanchas y las inundaciones.
Además de exponer la situación de los bosques europeos y su relevancia global, la publicación describe sus características y funciones, señala los principales problemas de las masas forestales ante el cambio climático, explica la forma en que esos problemas pueden poner en peligro las funciones de los bosques, y recoge las herramientas disponibles para garantizar su protección.
Según el nuevo informe, la UE alberga el 5% de los bosques del mundo, y las masas forestales europeas se extienden de forma constante desde hace más de 60 años. La mayor parte de los bosques europeos, que ocupan 155 millones de hectáreas y el 42% de la superficie terrestre europea, han experimentado un crecimiento en volumen maderable y en reservas de carbono.
Cerca de 350.000 personas trabajan directamente en gestión forestal, y la industria forestal primaria da empleo a más de dos millones de personas, con un volumen de negocio de 300.000 millones de euros. En la actualidad, el sector forestal proporciona el 8% del valor añadido total de la industria manufacturera.
“Los europeos vivimos a costa de los recursos de otros países. Si queremos proteger los bosques tenemos que, en primer lugar, reducir nuestro consumo”, ha señalado Theo Oberhuber, miembro de Ecologistas en Acción durante la celebración de la conferencia sobre los bosques en Segovia.
Las organizaciones Ecologistas en Acción, WWF/España, Greenpeace y SEO/BirdLife han señalado que, a pesar de que la UE tiene menos del 8% de la población mundial, su modelo de consumo la sitúa como una región “claramente” deficitaria en el comercio mundial de materias primas (soja, carne, cuero, aceite de palma, papel, madera, etc.) y “deudora” desde el punto de vista de su huella ecológica.
Según los ecologistas, la UE tiene una responsabilidad en el binomio destrucción contra conservación de los bosques en todo el mundo debido a su dependencia de la importación de materias primas, procedentes de procesos de deforestación y degradación forestal. Por ello proponen que la UE promueva la certificación FSC de sus bosques, sobre la base de la sostenibilidad (gestión y uso de los bosques que mantenga la biodiversidad, productividad y la capacidad de resiliencia), y de la multifuncionalidad (funciones ambientales, ecológicas, protectoras y económicas).
Bosques y biodiversidad
Los bosques albergan el mayor número de vertebrados del continente, y los tipos de hábitats forestales designados lugares Natura 2000 ocupan más de 14 millones de hectáreas, lo que equivale al 20% de todos los espacios terrestres de la Red Natura 2000.
Para mantener el potencial de un suministro sostenible de madera requerirá, según el Libro Verde, el desarrollo de nuevas fuentes internas de madera, mediante extensión de la superficie utilizada para el cultivo y la tala de árboles; la explotación de madera de fuentes internas existentes como por ejemplo con un incremento de las extracciones; aumento de la eficiencia en la producción y utilización de la madera; y aumento de las importaciones de materias primas de madera.
Al igual que la Comisión Europea está considerando métodos innovadores para la valoración de productos y servicios forestales no mercantiles, como la protección de la biodiversidad, los usos recreativos, la fijación de carbono y los servicios de protección de las cuencas hidrográficas, los ecologistas han propuesto un conjunto de medidas para minimizar algunos de los problemas y amenazas que afectan a los bosques del planeta.
Entre las amenazas destacan la deforestación producida por el rápido incremento de la demanda de materias primas, los incendios forestales, la tala ilegal, la falta de protección de los bosques de alto valor ecológico o el cambio climático.
“La conservación de los procesos naturales no es un objetivo claro y explícito de las Directivas Aves y Hábitat. Por lo tanto, existe una urgente necesidad de desarrollar políticas específicas para llenar este vacío”, ha manifestado Octavio Infante, miembro de SEO/BirdLife.
Una amenaza creciente: el cambio climático
En documento del MARM subraya la capacidad de los bosques para absorber CO2 y almacenarlo en su biomasa y en el suelo. , como que la degradación de los bosques, por descomposición de la biomasa o conversión del suelo forestal en otros usos, puede convertirlos en emisores de gases de efecto invernadero. Pero el cambio climático aumentará las sequías, las temperaturas, y la violencia y frecuencia de los vientos, lo que incrementará la producción de incendios forestales.
El Libro Verde propone prácticas de gestión forestal sostenible que contribuyen a la protección de los bosques: plantación de masas forestales para intensificar la fijación de carbono y potenciar la biodiversidad, medidas de prevención de incendios, adaptación de las especies forestales, explotación y corta sostenibles de la madera, promoción activa de las variedades que mejor se adapten al clima, preservación de los recursos genéticos endémicos y selección de los elementos del patrimonio genético existente mejor adaptados, y prevención en la introducción de nuevas plagas y enfermedades.