Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad de Alcalá han comprobado la eficiencia de los pinos y las encinas a la hora de absorber nitrógeno por sus hojas. Esta fertilización foliar puede complementar a la habitual de las raices, y usarse como herramienta para producir plantas en las repoblaciones forestales.
Frente a la fertilización convencional, basada en la absorción de nutrientes a través de la raíz, un equipo de investigadores de la Universidad de Alcalá y Politécnica de Madrid han ensayado distintas fuentes nitrogenadas para fertilizar las hojas de encina (Quercus ilex) y pino carrasco (Pinus halepensis).
Tras evaluar la eficiencia en la absorción de este elemento por vía foliar en las dos especies, los científicos han concluido que esta forma de fertilización puede ser una herramienta eficiente para complementar los regímenes de fertilización radical, tanto para cultivos de viveros como para mejorar las plantaciones en suelos pobres en nutrientes o en condiciones áridas.
Este trabajo, que publica la revista Environmental and Experimental Botany, también contribuye a estimar la deposición foliar de nitrógeno en masas forestales debidas a la contaminación atmosférica, aportando información sobre la contribución de este fenómeno al estado nutricional de los bosques.
La fertilización foliar se emplea en agricultura como medio de gobernar la nutrición de las plantas de manera rápida y precisa. En el ámbito forestal esta técnica no se ha ensayado, pero su empleo en ámbitos como la producción en vivero puede aportar soluciones para mejorar la calidad de las plantas producidas para forestación.
En el estudio se han utilizado cuatro fertilizantes de nitrógeno (urea, nitrato, amonio y glicina) sobre las dos especies mediterráneas, típicamente utilizadas en restauración. Mediante el empleo de un isótopo estable de nitrógeno se ha podido evaluar la eficiencia en la absorción de las distintas fuentes nitrogenadas para las dos especies.
Se ha observado que la fuente que mejor se absorbe es la urea, seguida del amonio, la glicina y, por último, el nitrato. Estas diferencias entre fuentes se explican por propiedades físico-químicas como la polaridad, higroscopicidad, y solubilidad de los compuestos. Asimismo, la encina absorbe mejor vía foliar que el pino, y eso se asocia a diferentes propiedades anatómicas a escala de hoja, como la densidad de estomas. Dentro de cada especie se han encontrado relaciones estrechas entre la permeabilidad de la cutícula y la absorción foliar, aunque la forma de esta relación varía con el fertilizante empleado.
La novedad de la glicina
Por otra parte, el empleo de fuentes orgánicas como la glicina, es una novedad en este tipo de trabajos. A lo largo del estudio se ha podido confirmar que ambas especies pueden absorber glicina intacta vía foliar. Tanto en la encina como en el pino carrasco, y para todos los productos empleados, la fertilización foliar provocó un incremento del contenido de nitrógeno en planta.
Los resultados confirman que la fertilización foliar es una herramienta adecuada para complementar los métodos convencionales de fertilización en vivero basados en la absorción radical (apuntando hacia la urea como el fertilizante más eficiente) y, además, podría ser también una herramienta potencialmente útil en plantaciones forestales y en circunstancias en que la absorción vía radical estuviera impedida.
Además, las diferencias observadas en las tasas de absorción entre las especies permiten predecir efectos diferentes de la deposición atmosférica sobre los sistemas forestales en función de las especies dominantes.
Referencia bibliográfica:
Uscola, M; Villar-Salvador, P; Oliet, J; Warren, Charles R. "Foliar absorption and root translocation of nitrogen from different chemical forms in seedlings of two Mediterranean trees".Environmental and Experimental Botany 104: 34-43. DOI: 10.1016/j.envexpbot.2014.03.004. AUG 2014.