Una investigación liderada por científicos de la Universidad Rey Juan Carlos describe cientos de especies de escarabajos, mariposas o avispas, entre otros, que comen partes de este árbol.
La encina es uno de los árboles más emblemáticos del bosque mediterráneo y el más abundante de toda la península ibérica. Una investigación de la Universidad de Córdoba ha avanzado en el estudio de cómo se comporta este árbol a nivel molecular frente a situaciones de estrés al analizar su transcriptoma, el conjunto de todas las moléculas de ARN.
La seca de la encina ha puesto en jaque la sostenibilidad de las dehesas y se ha convertido en uno de los problemas de sanidad forestal que más preocupan a la comunidad científica. A pesar de que se considera al patógeno Phytophthora cinnamomi, popularmente conocido como fitóftora, como el principal desencadenante de esta situación, los condicionantes externos como los eventos de sequía extrema también son determinantes en el proceso de muerte del arbolado.
La colonización de encinas, y otros árboles de hoja ancha en la península ibérica es mucho más rápida de lo esperado. Según un nuevo estudio, las causas principales son el abandono de la gestión forestal y el cambio climático. Los bosques del norte y de las montañas medias de la Península son los más perjudicados por esta sustitución, ya que podrían no resistir las sequías previstas para un futuro.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad de Alcalá han comprobado la eficiencia de los pinos y las encinas a la hora de absorber nitrógeno por sus hojas. Esta fertilización foliar puede complementar a la habitual de las raices, y usarse como herramienta para producir plantas en las repoblaciones forestales.
El encinar es uno de los bosques más representativos de la Península Ibérica y da refugio a especies amenazadas, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico. A pesar de su importancia, este ecosistema se está convirtiendo cada vez más en un hábitat modificado por el ser humano, hasta el punto de que en ocasiones ya no se considera a los encinares ‘bosques’ como tal.