El Comité de Bioética, tras recibir la consulta del Ministerio de Sanidad, ha concluido que es ética y legalmente recomendable que las personas que rechacen combinar vacunas firmen un protocolo de consentimiento que acredite que disponen de suficiente información sobre el riesgo de síndrome de trombosis asociado a AstraZeneca.
La Estrategia de Vacunación contra el coronavirus incluye a partir de este viernes la opción de que los menores de 60 años que han recibido la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca puedan completar la pauta con este mismo suero y no con el de Pfizer, siempre que firmen un consentimiento informado.
El Ministerio de Sanidad ha incluido esta opción después de que el Comité de Bioética haya emitido su informe, aunque no es vinculante, en el que considera “ética y legalmente recomendable” que este grupo de población —la mayoría trabajadores esenciales— firme un consentimiento informado específico si rechaza recibir la segunda dosis de Pfizer en favor de repetir con AstraZeneca.
Sanidad y las comunidades autónomas ya aprobaron el pasado miércoles permitir a los menores de 60 vacunados recibir la segunda dosis de AstraZeneca si rechazan hacerlo con Pfizer, si bien la ministra Carolina Darias quiso dejar claro que “no es una cuestión de elección”.
Y no lo es, dijo entonces Darias, porque la Comisión de Salud Pública decidió un día antes, el martes, que este colectivo reciba la segunda dosis de la vacuna de ARNm [Pfizer], aunque lo hizo muy dividida porque la propuesta salió adelante con diez votos a favor; siete, en contra; y tres abstenciones.
Ese mismo martes, el Instituto de Salud Carlos III trasladó a Salud Pública los resultados preliminares del ensayo clínico puesto en marcha con 678 voluntarios que confirmó la eficacia y seguridad de combinar ambas vacunas.
No obstante, el Ministerio decidió trasladar a Bioética una consulta para conocer su opinión sobre si es correcto, desde el punto de vista ético, completar la pauta a estos pacientes con el suero anglosueco y, en ese caso, si debía ser bajo consentimiento informado.
El comité ha concluido que “no deben alterarse los criterios para la toma de decisiones en la estrategia de vacunación y permitir a las personas menores de sesenta años que recibieron una primera dosis de dicha vacuna elegir la vacuna de la segunda dosis”.
Tanto el propio interés individual, “basado en la ausencia aún de información suficiente” de los riesgos que se derivan de esta vacuna, como el colectivo representado en la Estrategia de Vacunación, junto a los diferentes principios ético-legales, “informan en contra de aceptar la libertad de elección de la vacuna por parte de dicho grupo de población”, argumenta.
“Sin perjuicio de todo ello, cabría aplicar una segunda dosis de Vaxzevria” (nombre comercial de AstraZeneca) a aquellas personas que rechacen hacerlo con Pfizer “no como expresión de facultad alguna de elección, sino por el bien de la salud colectiva y de su propia salud individual”, explica el comité.
Pero matiza que podrá hacerlo “siempre, obviamente, que haya disponibilidad de esta vacuna”.
Hasta marzo AstraZeneca tenía que haber entregado a España 12.232.200 dosis, aunque solo han llegado hasta la fecha 5.713.800; de ellas, se han pinchado 4.896.673: 4.896.082 personas tienen la primera y solo 591 personas han completado la pauta.
Las comunidades tienen por el momento 817.127 dosis sin pinchar, según el último balance de vacunación que publica diariamente el Ministerio de Sanidad. El miércoles, la ministra apuntó que esta semana llegarían otras 261.000 de este laboratorio.
En el informe Bioética reconoce que la situación generada por la pandemia es “difícil de gestionar no solo para los propios responsables políticos y expertos científicos, sino también —y, en ocasiones, aún más— para los ciudadanos”: “La toma de decisiones en contextos tan difíciles ha de saber combinar la virtud de la decisión con la consecución de los fines perseguidos”, continúa.
“Parece ética y legalmente recomendable que las personas que rechacen vacunarse con un esquema heterólogo firmen un protocolo de consentimiento informado específico, que acredite documentalmente tanto su rechazo a la vacunación” como que “disponen de suficiente información sobre el riesgo de síndrome de trombosis con trombocitopenia” asociado a AstraZeneca.
Este consentimiento escrito “operaría en este caso muy concreto y excepcional no solo como constatación por escrito de que el individuo ha tomado una decisión de rechazar vacunarse en un esquema de vacunación heterólogo, sino, también, de que conoce los riesgos de la decisión de solo aceptar vacunarse con una segunda dosis de la misma vacuna que recibió en primera dosis”.
Sanidad ha incorporado también a la Estrategia de Vacunación el consentimiento que deberán firmar quienes rechacen Pfizer por AstraZeneca y su petición expresa de repetir con la misma, manifestando conocer los riesgos de ello.