Un equipo internacional de investigadores demuestra en Science que la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años permitió que los mamíferos se hicieran más grandes (unas 1.000 veces más de lo que eran). Es el primer estudio en demostrar el nuevo patrón de aumento del tamaño corporal de los mamíferos tras la desaparición de los dinosaurios.
“Los dinosaurios desparecieron y, de repente, ya no había especies que se alimentaran de vegetación. Una fuente de alimentos se quedó libre y los mamíferos se lanzaron a por ella. Además, es más eficiente ser herbívoro cuando eres grande”, explica Jessica Theodor, coautora del artículo, y profesora adjunta del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Calgary (Canadá).
Además de confirmar el “descomunal” crecimiento de los mamíferos posterior a los dinosaurios, el estudio, que se publica ahora en la revista Science, demuestra que el ecosistema es capaz de reajustarse con relativa rapidez.
“Los dinosaurios desaparecen hace 65 millones de años y resulta que en 25 millones de años el ecosistema se reajusta de tal manera que se establece un nuevo máximo de tamaño corporal para los animales existentes. En términos geológicos, se trata de un período de tiempo bastante corto. Es una evolución muy rápida”, afirma la investigadora.
Los mamíferos pasaron de pesar diez kilos –cuando compartían el planeta con los dinosaurios- hasta las 17 toneladas más tarde. “Nunca se ha demostrado la existencia real de este patrón. Se ha hablado de él, pero nadie ha vuelto atrás y ha hecho cálculos”, confiesa Theodor, una de las investigadoras del equipo formado por 20 científicos de todo el mundo que han trabajado en el estudio.
“Hemos revisado cada periodo de tiempo y nos hemos preguntado qué animal era el más grande de cada grupo de mamíferos, y entonces hemos estimado su masa corporal”, añade la bióloga.
¿Cuánto crecieron los mamíferos?
Para demostrar cuánto crecieron los mamíferos tras la extinción de los dinosaurios, los investigadores recogieron datos del tamaño máximo de cada grupo principal de mamíferos terrestres de cada continente, incluyendo a los perisodáctilos (ungulados de dedos impares como los caballos y rinocerontes), a los proboscídeos (entre los que se incluyen elefantes, mamuts y mastodontes), a los xenartros (oso hormigueros, perezosos que habitan en árboles y armadillos), así como a un gran número de otros grupos de animales ya extinguidos.
Los resultados dan pistas sobre qué factores definen los límites de tamaño de los mamíferos terrestres: la cantidad de espacio disponible para cada animal y el clima en el que viven. Según los científicos, cuanto más frío es el clima, mayor es el tamaño de los animales, porque los animales más grandes conservan mejor el calor. El estudio también demuestra que ningún grupo de mamíferos domina el mayor tamaño, ya que el mamífero más grande ha pertenecido a diferentes grupos a lo largo del tiempo y del espacio.
Los mamíferos crecieron igual en todo el mundo
“Durante el Mesozoico, los mamíferos eran pequeños. Una vez que los dinosaurios se extinguieron, los mamíferos evolucionaron hacia animales mucho más grandes, al mismo tiempo que se diversificaban para llenar los nichos ecológicos que se quedaban disponibles. Este fenómeno se ha documentado bien en Norteamérica; queríamos saber si ocurrió lo mismo en todo el mundo”, señala John Gittleman, decano de la Escuela Odum de Ecología de la Universidad de Georgia (EE UU).
El estudio demuestra que el patrón era “uniforme” no sólo en todo el planeta, sino también a lo largo del tiempo y de los grupos y linajes tróficos (animales con dietas diferentes y que descendían de diferentes antecesores).
El tamaño máximo de los mamíferos comenzó a aumentar rápidamente hace 65 millones de años, alcanzando su máximo en la época del Oligoceno (hace unos 34 millones de años) en Eurasia y, de nuevo, en la época del Mioceno (hace cerca de 10 millones de años) en Eurasia y en África.
“El hecho de que tal cantidad de linajes tan diferentes hayan evolucionado de forma independiente hacia tamaños máximos tan similares sugiere que existían papeles ecológicos parecidos que los grandes mamíferos tenían que desempeñar en todo el globo”, declara Gittleman. “La consistencia del patrón es un signo inequívoco de que las biotas de todas las regiones estaban respondiendo a las mismas limitaciones ecológicas”, asegura el investigador.