Este reptil usa su característico sonido para avisar de su presencia, pero además lo hace de manera que sus potenciales enemigos crean que en realidad está más cerca, lo que le proporciona un margen de seguridad.
Cuando una posible amenaza se acerca, la serpiente acelera el cascabeleo de su cola de manera brusca, pasando a un modo de alta frecuencia, lo que engaña al oyente, incluidos los humanos, señala un estudio publicado en la revista Current Biology.
El sonido que produce la serpiente de cascabel ha sido interpretado como una simple señal acústica para advertir de su presencia, pero “es en realidad un señal de comunicación entre especies mucho más intrincada”, según el autor principal del estudio, Boris Chagnaud de la Universidad Karl-Faranzens (Austria).
Que aumente de forma repentina su sonido a una alta frecuencia actúa “como una señal inteligente que engaña al oyente sobre su distancia real a la fuente de sonido. La interpretación errónea de la distancia por parte del oyente crea así un margen de seguridad de distancia”.
Chagnaud y su equipo realizaron experimentos en los que usaban objetos —entre ellos un torso de aspecto humano— que parecían aproximarse a las serpientes.
El sonido emitido por el cascabel del reptil aumentaba hasta 40 hercios a medida que se acercaba la supuesta amenaza y bruscamente pasaba a un rango mayor de entre 60 y 100 hercios.
El siguiente paso fue crear un escenario de realidad virtual para comprobar cómo percibían once personas ese cambio en el cascabeleo de la serpiente.
A medida que los humanos se acercaban la serpiente aumentaba el ritmo del cascabel, que saltaba de manera súbita hasta los 70 hercios cuando la distancia virtual era de cuatro metros. Sin embargo, las personas estimaron que el animal estaba a solo un metro de ellas.
“Las serpientes no se limitan a sonar para anunciar su presencia, sino que han desarrollado una solución innovadora: un avisador acústico de distancia similar al que incorporan los coches al conducir hacia atrás”, dijo Chagnaud.